MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 201-
INTERRELACION DEL CUERPO Y LA MENTE-parte 9-
LA MENTE Y LA SALUD. Muchos están sufriendo de enfermedades que son más del alma que del cuerpo, y no encontrarán alivio hasta que acudan a Cristo, la fuente de la vida. –parte2-
HACER EL BIEN LIBERA FUERZAS POSITIVAS: El placer de hacer el bien anima la mente y envía sus vibraciones a todo el cuerpo. Mientras los rostros de los hombres generosos están iluminados de alegría y expresan la elevación moral de la mente, los de los hombres egoístas y mezquinos aparecen abatidos, decaídos y lúgubres. Sus defectos morales se reflejan en sus rostros.
LA SEGURIDAD MEJORA LA SALUD: Cuando los hombres que se habían dedicado a malos hábitos y prácticas pecaminosas se entregan al poder de la verdad divina, la aplicación de esa verdad al corazón reaviva las facultades morales que parecían paralizadas.
El receptor de la verdad posee una comprensión más fuerte y más clara que antes que su alma se aferrara a la Roca eterna. Hasta su salud física mejora al darse cuenta de su seguridad en Cristo. La bendición especial de Dios que reposa sobre el receptor es en sí misma salud y fortaleza.
MENTE TRANQUILA: SENDA QUE CONDUCE A LA SALUD: La conciencia de estar haciendo el bien es la mejor medicina para los cuerpos y las mentes enfermos. La bendición especial de Dios que descansa sobre quien la recibe, es salud y fortaleza. La persona cuya mente está tranquila y satisfecha en Dios, está en la senda que conduce a la salud.
Ser conscientes de que los ojos de Señor están sobre nosotros, y que sus oídos están abiertos para escuchar nuestras oraciones, es ciertamente satisfactorio. Saber que tenemos un amigo que nunca falla y a quien podemos confiarle todos los secretos del alma, es un privilegio que las palabras no pueden expresar.
EL AMOR, LA ESPERANZA Y LA ALEGRIA SON ESENCIALES PARA LA SALUD: Para tener perfecta salud, nuestros corazones deben estar llenos de esperanza, amor y alegría.
CRISTO ES LA RESPUESTA: Muchos están sufriendo de enfermedades que son más del alma que del cuerpo, y no encontrarán alivio hasta que acudan a Cristo, la fuente de la vida.
Entonces las quejas relativas al cansancio, la soledad y la insatisfacción, cesarán. Los goces satisfactorios darán vigor a la mente, y salud y energía vital al cuerpo. (Elena White)