EL CAMINO A CRISTO -EL PRINCIPE DEL CIELO- parte 46-
LA FUENTE DEL REGOCIJO Y FELICIDAD
LA FUENTE DEL REGOCIJO Y FELICIDAD-parte 5-
El Señor quiere que todos sus hijos e hijas sean felices, llenos de paz, obedientes, Jesús dice: “…mi paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27). La felicidad que se procura por motivos egoístas, fuera de la senda del deber, es desequilibrada, espasmódica y transitoria; pasa y deja el alma vacía y triste; más en el servicio a Dios hay gozo y satisfacción; Dios no abandona al cristiano en caminos inciertos; no lo abandona a pesares vanos y contratiempos. Si no tenemos los placeres de esta vida, podemos aún gozarnos mirando a la vida venidera.
Pero aún aquí los cristianos pueden tener el gozo de la comunión con Cristo; pueden tener la luz de su amor, el perpetuo consuelo de su presencia. Cada paso de la vida puede acercarnos más a Jesús, puede darnos una experiencia más profunda de su amor y acercarnos más al bendito hogar de paz. No perdamos pues nuestra confianza, sino tengamos firme seguridad, mas firme que nunca antes. “¡Hasta aquí nos ha ayudado Jehová!” (1 Sam.7:12), y nos ayudará hasta el fin.
Tengamos siempre presentes todas las tiernas misericordias que Dios nos ha mostrado: las lágrimas que ha enjugado, las penas que ha quitado, las ansiedades que ha alejado, los temores que ha disipado, las necesidades que ha suplido, las bendiciones que ha derramado, fortificándonos así a nosotros mismos, para todo lo que está delante de nosotros en el resto de nuestra peregrinación.
No podemos menos que prever nuevas perplejidades en el conflicto venidero, pero podemos mirar hacia lo pasado, tanto como hacia lo futuro, y decir: “¡Hasta aquí nos ha ayudado Jehová!” “Según tus días, serán tus fuerzas.” (Deut.33:25). La prueba no excederá a la fuerza que se nos de para soportarla. Así que sigamos con nuestro trabajo dondequiera lo hallemos, sabiendo que para cualquier cosa que venga, El nos dará fuerza proporcionada a la prueba.
Los redimidos serán recibidos con gozo en el lugar que Jesús les está preparando. Allí su compañía no será la de los viles de la tierra, mentirosos, idólatras, impuros e incrédulos, sino la de los que hayan vencido a Satanás y que por la gracia divina hayan adquirido caracteres perfectos.
Toda tendencia pecaminosa, toda imperfección que los aflige aquí, habrá sido quitada por la sangre de Cristo y se les concede la excelencia y brillantez de su gloria, que excede en mucho a la del sol. Y la belleza moral, la perfección de su carácter resplandecen con excelencia mucho mayor que este resplandor exterior. Están sin mancha delante de Dios y participan de la dignidad y de los privilegios de los ángeles.
En vista de la herencia gloriosa que puede ser suya “¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? (Mateo 16:26). Puede ser pobre; con todo, posee en sí mismo una riqueza y dignidad que el mundo jamás podría haberle dado. El alma redimida y limpiada de pecado, con todas sus nobles facultades dedicadas al servicio de Dios, es de un valor incomparable; y hay gozo en el cielo delante de Dios y de los santos ángeles por cada alma redimida, gozo que se expresa con cánticos de santo triunfo. (Elena White)
- “Ya que por la obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de El;
- porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.” (Rom.3:20)
- “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado,
- para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en El.” (2Cor.5:21)
- “Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonar
- nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1Juan 1:9)