LAS PROMESAS DE LA BIBLIA-parte 30-
MANSEDUMBRE
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. (Mateo 5:5)
Sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra;… (Isaías 11:4)
Comerán los humildes, y serán saciados; Alabarán a Jehová los que le buscan; Vivirá vuestro corazón para siempre. (Salmo 22:26)
Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; Hermoseará a los humildes con la salvación. (Salmo 149:4)
Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y aún los más pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel. (Isaías 29:19)
Jehová exalta a los humildes, Y humilla a los impíos hasta la tierra. (Salmo 147:6)
Encaminará a los humildes por el juicio, Y enseñará a los mansos su carrera. (Salmo 25:9)
Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizás seréis guardados en el día del enojo de Jehová. (Sofonías 2:3)
Sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. (1 Pedro 3:4)
Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz. (Salmo 37:11)
La blanda respuesta quita la ira; Más la palabra áspera hace subir el furor. (Proverbios 15:1)
MATRIMONIO
Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque ésta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanes debajo del sol. (Eclesiastés 9:9)
Bebe el agua de tu misma cisterna, Y los raudales de tu propio pozo. (Proverbios 5:15)
Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre. ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, Y abrazarás el seno de la extraña? (Proverbios 5:18-20)
El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. (1 Corintios 7:3)
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. (Efesios 5:22, 23)
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella. (Efesios 5:25)
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. (Efesios 5:28)
Por ésto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. (Efesios 5:31)
Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido. (Efesios 5:33)
Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los suyos de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo. (1 Timoteo 5:8)
Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. (Colosenses 3:18, 19)
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. (1 Pedro 3:7)
Que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. (Tito 2:4, 5)