PREPARACION PARA LA LLUVIA TARDIA-Poderoso Instrumento de Divulgación para el Pueblo de Dios que se está preparando para la Venida de Jesús-parte 13-
ENOC Y JUAN EL BAUTISTA –parte 2-
ENOC-parte 2-
PP-72: “Su corazón estaba en armonía con la voluntad de Dios. Enoc poseía una mente poderosa, bien cultivada, y profundos conocimientos. Dios le había honrado con revelaciones especiales; sin embargo por el hecho de que estaba en continua comunión con el cielo, y reconocía constantemente la grandeza y perfección divinas, fue uno de los hombres más humildes. Cuanto más intima era su unión con Dios, tanto más profundo era el sentido de su propia debilidad e imperfección”.
Una comunión constante con Dios, proporcionó a Enoc grandes porciones del poder divino, y llenó su alma de humildad.
L.D. Moody dijo: “El principio de la grandeza es llegar a ser pequeño, el crecimiento de la grandeza es ser cada vez menor, y la perfección de la grandeza es llegar a ser nada”.
Elena G. de White escribió: “La única grandeza es la grandeza de la humildad” (DTG-605).
PP-73/4/5: “Así esperaba ante el Señor, buscando el conocimiento más claro de su voluntad a fin de cumplirla. Para él la oración era el aliento del alma. Vivía en la misma atmósfera del cielo”.
“Manteniéndose así en comunión con Dios, Enoc llegó a reflejar más y más la imagen divina. Tenía el rostro radiante de una santa luz, semejante a la que resplandece del rostro de Jesús. Cuando regresaba de estar en comunión con Dios, hasta los impíos miraban con reverencia ese sello del cielo en su semblante”.
“La experiencia de Enoc…representa lo que debería ser nuestra experiencia” (Testimonies)
“Si crucificamos nuestro yo diariamente, y nos rendimos sin reservas al servicio de Dios, si oramos constantemente por la unción diaria del Espíritu Santo, nuestros rostros brillarán con una santa luz, y los demás podrán ver el sello del cielo en nuestro semblante.
Un programa de vida como éste nos ayudará a satisfacer nuestra gran necesidad, y el Espíritu Santo nos empleará como instrumentos, para satisfacer la gran necesidad del mundo. Entonces la obra de Dios será terminada, en un tiempo muy corto.
¿No diremos todos unánimemente. “Por la gracia de Dios y el poder del Espíritu Santo, la experiencia de Enoc representará la nuestra, hasta que el oriente resplandezca con la venida del Hijo del Hombre?”
PP-77: “El piadoso carácter de este profeta representa el estado de santidad que deben alcanzar todos los que serán ‘comprados de entre los de la tierra’…Pero, así como Enoc, el pueblo de Dios buscará la pureza de corazón y la conformidad con la voluntad del Señor, hasta que refleje la imagen de Cristo. Tal como lo hizo Enoc, anunciarán al mundo la Segunda Venida del Señor…Así como Enoc fue trasladado al cielo antes de la destrucción del mundo por el diluvio, así también los justos vivos serán traspuestos de la tierra antes de la destrucción por el fuego”.
PP-75: “Durante trescientos años Enoc buscó la pureza del alma para estar en armonía con el cielo. Por tres siglos anduvo con Dios. Día tras día anheló una unión más íntima: esa comunión se hizo más y más estrecha, hasta que Dios lo llevó consigo. Había llegado al umbral del mundo eterno, a un paso de la tierra de los bienaventurados; se le abrieron los portales, y continuando su andar con Dios tanto tiempo proseguido en la tierra, entró por las puertas de la santa ciudad. Fue el primero de los hombres que llegó allí”.
-Continúa en parte 14-