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Posts Tagged ‘los poderes de las tinieblas’

MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 137-

 

 

LAS DUDAS. La aprobación de Dios fortalece al alma contra la duda, la perplejidad y el pesar excesivo que, minan las fuerzas vitales y causan enfermedades nerviosas tremendamente debilitantes y aflictivas.  –parte 2-

NINGÚN PENSAMIENTO DE DUDA DEBERÍA VER LA LUZ DEL DÍA: Hay que cuidar cada pensamiento de duda, de tal modo que no salga a la luz del día por haberlo expresado. La luz siempre se aleja de las palabras que honran a los poderes de las tinieblas.  La vida de nuestro Señor resucitado debería manifestarse diariamente en nosotros.

QUIEN DUDA EN FORMA CRONICA ES EGOCENTRICO: Es una gran desgracia dudar constantemente, con el ojo y los pensamientos concentrados en uno mismo. Mientras se contemple a sí mismo, mientras el yo y sus pensamientos sean el tema de su conversación, no podrá esperar que se lo transforme a la imagen de Cristo. El yo no es su salvador.  No tiene en sí mismo cualidades redentoras. 

El “yo” es un bote agujereado, y no le conviene embarcar su fe en él.  Si Ud. pone su confianza en él, ciertamente se hundirá. Uds. que dudan y están desanimados, ¿Cómo pueden esperar que su gozo permanezca y sea cumplido en Uds. si siguen meditando en sus propios caracteres imperfectos y alimentándose de ellos?

FE VERSUS INCREDULIDAD: No nos damos cuenta de cuanto perdemos por causa de la incredulidad.  Si no tenemos fe estaremos librando una batalla perdida.  Tenemos un Salvador que comprende cada aspecto de nuestra vida. 

Conoce nuestros desalientos y sabe exactamente que ayuda necesitamos.  Debemos tener fe en El, una fe que obre por el amor y que purifique el alma.  La fe crece gracias a los conflictos que tiene con las dudas; la virtud aumenta en fortaleza al resistir las tentaciones.

ALBERGUEMOS FE: No hay nada que fomente la incredulidad. El Señor manifiesta su gracia y su poder vez tras vez, y ésto debe enseñarnos que siempre es provechoso, en todas las circunstancias, fomentar la fe, hablar de la fe, proceder con fe. 

No debemos permitir que nuestros corazones y nuestras manos se debiliten al permitir que las sugestiones de mentes incrédulas planten en nuestros corazones las semillas de duda y desconfianza.

LA DUDA PRODUCE ENFERMEDADES NERVIOSAS: La seguridad de la aprobación de Dios promueve la salud física.  Fortalece al alma contra la duda, la perplejidad y el pesar excesivo que, con tanta frecuencia, minan las fuerzas vitales y causan enfermedades nerviosas tremendamente debilitantes y aflictivas.  El Señor ha empeñado su palabra infalible de que sus ojos estarán sobre los justos, y sus oídos abiertos a sus oraciones, pero que está contra todos los que proceden mal. Nos imponemos un trabajo muy arduo cuando tomamos un camino que pone al Señor contra nosotros.

NINGUNA SOSPECHA DEBERÍA DOMINAR LA MENTE: Ni la sospecha ni la desconfianza deberían posesionarse de nuestra mente.  Ningún temor acerca de la grandeza de Dios debería confundir nuestra fe.  Que Dios nos ayude a humillarnos con mansedumbre y sencillez. 

Cristo depuso su ropaje real y su corona, a fin de asociarse con la humanidad, y demostrar que los seres humanos pueden llegar a ser perfectos.  Ataviado con el ropaje de la misericordia, El vivió una vida perfecta en nuestro mundo, para mostrarnos su amor. El ha llevado a cabo aquéllo que debería tornar imposible el no creer en El.

Descendió de su elevada posición en la corte celestial para tomar sobre si la naturaleza humana.  Su vida es un ejemplo de lo que deberían ser las nuestras. Para que el temor a la grandeza de Dios no borrara nuestra creencia en el amor de Dios, Cristo se convirtió en varón de dolores, experimentado en quebrantos.  (Elena White)

Continúa en parte 138

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MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 123-

 

LA INDOLENCIA. Al hombre se le concede una parte en la gran lucha por la vida eterna…. estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.  -parte 2-

LA INACTIVIDAD ES PERJUDICIAL PARA LA SALUD: Hay que ejercer fuerza de voluntad; hay que vencer la aversión al ejercicio activo y el temor a asumir toda clase de responsabilidades. Nunca recuperaremos la salud a menos que nos desembaracemos de esa condición mental de indiferencia y somnolencia, y nos levantemos para ponernos en acción.

DEMASIADO INDOLENTES PARA USAR LAS FACULTADES: Los que sean demasiado indolentes para asumir sus responsabilidades y ejercitar sus facultades, no recibirán la bendición de Dios, y la habilidad que tenían les será quitada y dada a los que son activos y celosos, que aumentan sus talentos como consecuencia del uso constante.

EL TRABAJO BIEN REGULADO ES ESENCIAL PARA EL ÉXITO: Algunos jóvenes piensan que si pudieran pasar toda la vida sin hacer nada serían extremadamente felices.  Ellos cultivan odio por el trabajo útil.  Envidian a los hijos del placer que dedican sus vidas a la diversión y la alegría…La infelicidad y la angustia son el resultado de tales pensamientos y conducta.

“No hacer nada” ha hundido en la perdición a más de un joven.  El trabajo bien regulado es esencial para el éxito de cada joven.  Dios no habría podido infligir una maldición mayor sobre los hombres y las mujeres que condenarlos a una vida de inacción. 

La ociosidad destruirá el alma y el cuerpo.  Se debilitan el corazón, el carácter moral y las energías físicas.  El intelecto sufre, y el corazón queda expuesto a la tentación como una avenida abierta para hundirse en todo vicio. El hombre indolente tienta al diablo a que lo tiente.

EL HABITO DE LA INDOLENCIA PERJUDICA: (consejo a los padres)  Uds. han sido ciegos a la influencia que el enemigo ha ejercido sobre sus hijos. Las tareas del hogar, inclusive el cansancio, no los habrían perjudicado, de lo que ha hecho la indolencia habitual. Habrían escapado de muchos peligros si se los hubiera instruido para que ocuparan su tiempo en una tarea útil. 

No habrían contraído esa disposición inquieta, ese deseo de cambios y de sociabilidad.  Se habrían evitado muchas tentaciones a la vanidad y a entregarse a entretenimientos que no aprovechan, a la lectura liviana, a  la insensatez.

Habrían ocupado el tiempo en tareas más satisfactorias y evitado esa gran tentación de buscar compañía del sexo opuesto y de disculpar su mala conducta.  La vanidad y el afecto, la inutilidad y el pecado, definidamente han sido  los resultados de la indolencia.

PARA TENSAR CADA MUSCULO: Al hombre se le concede una parte en la gran lucha por la vida eterna; debe responder a la obra del Espíritu Santo.  Se requiere una lucha para quebrantar los poderes de las tinieblas, y el Espíritu obra en él para lograrlo. 

Pero el hombre no es un ser pasivo, que debe ser salvado de la indolencia.  Se lo llama a tensar cada músculo y a ejercer cada facultad en la lucha por la inmortalidad; pero es Dios quien completa la eficiencia.  No hay ser humano que pueda ser salvado en la indolencia.  El Señor nos exhorta diciendo:

Esforzaos por entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán “(Luc.13:24)

Ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mat.7:13,14)  

(Elena White)

 

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