BUENA SALUD-conocimientos que le otorgarán una herramienta práctica y positiva para el resto de su vida-parte 1-
NUESTRO CUERPO MARAVILLOSO
¿Cuál es el misterioso poder que se manifiesta en las diversas actividades de nuestro ser?
Es una fuerza que parece pulsar en cada célula de nuestro cuerpo; se mueve en los músculos, late en el corazón, fluye en la corriente sanguínea y vive en la mente.
Por ejemplo, resulta admirable descubrir como nuestra mente puede pensar en diez cosas diferentes y en un segundo seleccionar una.
Instantáneamente, sin que necesitemos hacer ningún esfuerzo consciente, nuestros músculos, obedeciendo las órdenes del cerebro, hacen que los brazos, las piernas, la lengua y los ojos realicen lo que deseamos.
Nada respecto del cuerpo humano es tan importante como la vida. Este es el poder secreto que obra en nuestro ser.
Los materiales en sí que componen el cuerpo humano no valen mucho dinero.
Tenemos cal, fósforo, hierro, pequeñas cantidades de cobre, yodo y cobalto. El resto del cuerpo está formado de carbono, nitrógeno y agua.
Pero cuando estos minerales, gases y líquidos se combinan para formar un cuerpo humano su valor es incalculable. La única diferencia es la chispa de vida.
Las células vivientes que por incontables millones constituyen nuestro cuerpo, no se hallan unidas directamente unas con otras en forma compacta. Por el contrario, están separadas entre sí por pequeñísimos espacios, de modo que los fluidos puedan pasar libremente entre ellas.
De este modo, cada célula del cuerpo esta bañada constantemente por una corriente líquida que es la que realmente la mantiene viva, El torrente sanguíneo transporta sustancias esenciales entre las células, las arterias y las venas.
Esta corriente transportadora contiene diversas sustancias químicas, todas en forma líquida. Muchas de estas sustancias proceden de los órganos digestivos; otras son producidas en las distintas “fábricas” glandulares del cuerpo.
Todas estas sustancias transportadas a través de los vasos sanguíneos van a nutrir las células de todo el cuerpo.
Mientras esta corriente viva circula a través de los diversos tejidos y órganos, cada célula extrae las sustancias que requiere, pues tiene la capacidad de escoger lo que mejor responda a sus necesidades particulares.
Además de traer alimento, oxígeno y sustancias químicas a las células, esta notable corriente tiene otra importante función. Debe acarrear los productos de desecho que las células eliminan.
Ambas funciones son absolutamente esenciales para la vida. Estos productos de desecho son conducidos por la corriente sanguínea hacia los órganos encargados de su eliminación: los pulmones, los riñones y la piel.
Enfoquemos estos detalles desde otro punto de vista. Cuando inspiramos, los pulmones se expanden, el pecho se ensancha y se produce una succión en el interior del tórax, de modo que el aire se precipita a llenar los pulmones.
El oxígeno del aire es puesto, de este modo, en contacto casi directo con la corriente sanguínea de los vasos pulmonares. En realidad, una delgadísima membrana formada por una sola capa de células separa al aire de la sangre en los alvéolos pulmonares.
Esta succión producida dentro del tórax ayuda, además, a traer sangre de otras partes del cuerpo al corazón, lo cual es muy importante para la función circulatoria.
EL SISTEMA DE AIRE ACONDICIONADO DE NUESTRO CUERPO
Continúa en parte 2