EL LLAMADO DE DIOS AL SERVICIO-parte 28-
EL DESPERTAR-parte 9-
ANIMO PARA LOS PRINCIPIANTES EN EL SERVICIO CRISTIANO-parte 1-
LAS PERSONAS que trabajan con más éxito son aquellas que asumen alegremente la obra de servir a Dios en las cosas pequeñas. En su vasto plan, el Señor tiene un lugar para cada uno. No ha dado talento alguno que no sea necesario. Los ojos del Señor se fijan en cada uno de sus hijos; tiene planes acerca de cada uno de ellos. (Joyas de los Testimonios)
Hemos de convertir nuestros deberes cotidianos en actos de devoción, aumentando constantemente en utilidad, porque vemos nuestra obra a la luz de la eternidad. Todos pueden hacer algo en la obra. Nadie será declarado inocente delante de Dios a menos que haya trabajado fervorosa y abnegadamente por la salvación de las almas.
No podemos transferir nuestro deber a otros. Nadie sino nosotros mismos podemos realizar nuestro trabajo. Si retenemos nuestra luz, alguien deberá ser dejado en tinieblas a causa de nuestro descuido. (Testimonies)
Cada uno tiene lugar en el plan eterno del cielo. Cada uno ha de trabajar en cooperación con Cristo para la salvación de las almas. Tan ciertamente como hay un lugar preparado para nosotros en las mansiones celestiales, hay un lugar designado en la tierra donde hemos de trabajar para Dios.
El humilde obrero que responde obedientemente al llamado de Dios puede estar seguro de que recibirá ayuda divina. El aceptar una responsabilidad tan grande y santa resulta elevador para el carácter. Pone en acción las facultades mentales y espirituales más elevadas, y fortalece y purifica la mente y el corazón. Mediante la fe en el poder de Dios, es admirable cuán fuerte puede llegar a ser un hombre débil, cuán decididos sus esfuerzos, cuán prolífico en grandes resultados. El que empieza con poco conocimiento, de una manera humilde, y dice lo que sabe, mientras busca diligentemente un conocimiento mayor, hallará todo el tesoro celestial que espera su demanda. Cuanto más trate de impartir luz, más luz recibirá. Cuanto más procure uno explicar la Palabra de Dios a otros, con amor por las almas, más clara se les presentará. Cuanto más usemos nuestro conocimiento y ejercitemos nuestras facultades, más conocimiento y poder tendremos. (Lecciones Prácticas del Gran Maestro)
Trabaje cada uno para Dios y para las almas; manifieste cada uno sabiduría, y nunca sea hallado ocioso, aguardando que alguien lo ponga a trabajar. Ese “alguien” que podría ponernos a trabajar está recargado de responsabilidades, y se pierde tiempo aguardando directivas. Dios nos dará sabiduría para reformarnos en seguida; porque todavía nos dirige el llamamiento: “Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña” (Consejos para los Maestros)
“…COMO DICE EL ESPIRITU SANTO: SI OYEREIS HOY SU VOZ. NO ENDUREZCAIS VUESTROS CORAZONES…” (HEBREOS 3:7, 8)
La fuerza para resistir el mal se obtiene mejor mediante el servicio agresivo. El espíritu de Cristo es un espíritu misionero. El primer impulso del corazón regenerado es el traer a otros también al Salvador (El Conflicto de los Siglos)
La única forma de crecer en la gracia es estar realizando con todo interés precisamente la obra que Cristo nos ha pedido que hagamos. (Review and Herald)
-Continúa en parte 29-