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LAS PROMESAS DE LA BIBLIA-parte 43-

SABIDURÍA

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.  (Santiago 1:5)

…y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas…  (Isaías 2:3)

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.  (Salmo 32:8)

Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo…  (Eclesiastés 2:26)

Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aún en las noches me enseña mi conciencia.  (Salmo 16:7)

Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios. Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos; Es escudo a los que caminan rectamente.  (Proverbios 2:5-7)

Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo.  Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.  (1 Juan 5:20)

Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.  (2 Corintios 4:6)

Los hombres malos no entienden el juicio; Más los que buscan a Jehová entienden todas las cosas.  (Proverbios 28:5)

He aquí, tu amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. (Salmo 51:6)

SALVACIÓN

Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?  Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.  Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.  No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.  (Juan 3:3-7)

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.  (2 Corintios 5:17)

Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.  (2 Corintios 5:21)

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados.  (Efesios 2:1)

Porque ésto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.  (1 Timoteo 2:3, 4)

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis, y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.  Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los del todo el mundo.  (1 Juan 2:1, 2)

Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncision de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados.  (Colosenses 2:13)

Palabra fiel es ésta, y digna de ser recibida por todos.  Que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.  (1 Timoteo 4: 9, 10)

Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.  (Romanos 5:15)

Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador.  (Tito 3:4-6)

Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.  (Juan 1:12, 13)

 

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LAS PROMESAS DE LA BIBLIA-parte 36-

PACIENCIA

Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor.  Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.  Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.   (Santiago 5:7, 8)

Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Más si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, ésto ciertamente es aprobado delante de Dios.  (1 Pedro 2:20)

No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.  (Gálatas 6:9)

Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.  (Hebreos 10:23)

 Más el que persevere hasta el fin, éste será salvo.  (Mateo 24:13)

A fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.  (Hebreos 6:12)

Porque os necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.  (Hebreos 10:36)

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.  Más tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.  (Santiago 1:2-4)

Y no solo ésto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza.  (Romanos 5:3, 4)

PALABRA DE DIOS-parte 1-

Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree;…  (Romanos 1:16)

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.  (Apocalipsis 1:3)

Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones.  (2 Pedro 1:19)

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.  (Hebreos 4:12)

La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples.  (Salmo 119:130)

Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, y camino de vida las reprensiones que te instruyen.  (Proverbios 6:23)

Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.  (Salmo 119:105)

Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.  (Juan 5:39)

Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.  (2 Timoteo 3:15, 16)

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LAS PROMESAS DE LA BIBLIA-parte 34-

OBEDIENCIA -parte 2-

Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, ésto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.  (Filipenses 4:9)

De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; más cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.  (Mateo 5:19)

Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.  Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.  (Mateo 7:24, 25)

Si oyeren, y le sirvieren, Acabarán sus días en bienestar, Y sus años en dicha.  (Job 36:11)

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, ésto es, a los que conforme a su propósito son llamados.  (Romanos 8:28)

Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.  (Juan 15:10)

Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.  (Juan 13:17)

Más el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. (Santiago 1:25)

Y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.  (1 Juan 3:22)

Porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.  (Romanos 2:13)

De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene la vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida.  (Juan 5:24)

Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.  (Mateo 12:50)

Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.  (1 Juan 2:17)

No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.  (Mateo 7:21)

Dichosos los que guardan juicio, Los que hacen justicia en todo tiempo.  (Salmo 106:3)

Y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen.  (Hebreos 5:9)

De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte.  (Juan 8:51)

 

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LAS PROMESAS DE LA BIBLIA-parte 26-

IRA

Clemente y misericordioso es Jehová, Lento para la ira, y grande en misericordia.  (Salmo 145:8)

…Pero tú eres Dios que perdonas, clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia.  (Nehemías 9:17)

Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida.  Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría.  (Salmo 30:5)

Por ésto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.  (Santiago 1:19, 20)

No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios.  (Eclesiastés 7:9)

El que fácilmente se enoja hará locuras;… (Proverbios 14:17)

Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.  (Proverbios 16:32)

El hombre iracundo promueve contiendas; Más el que tarda en airarse apacigua la rencilla.  (Proverbios 15:18)

El hombre iracundo levanta contiendas, Y el furioso muchas veces peca.  (Proverbios 29:22)

Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo.  (Salmo 37:8)

No te entremetas con el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos, No sea que aprendas sus maneras, Y tomes lazo para tu alma.  (Proverbios 22:24, 25)

La blanda respuesta quita la ira; Más la palabra áspera hace subir el furor.  (Proverbios 15:1)

Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.  (Colosenses 3:21)

Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.  (Efesios 4:26)

La cordura del hombre detiene su furor, Y su honra es pasar por alto la ofensa. (Proverbios 19:11)

Mejor es morar en tierra desierta Que con mujer rencillosa e iracunda.  (Proverbios 21:19)

Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio.  (Mateo 5:22)

Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.  Antes sed benignos unos con otros,  misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.  (Efesios 4:31, 32)

No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.   Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo ésto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.  No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.  (Romanos 12:19-21)

Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, Y si tuviere sed, dale de beber agua; Porque ascuas amontonarás sobre su cabeza; Y Jehová te lo pagará.  (Proverbios 25:21, 22)

Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.  (Colosenses 3:8)

 

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LAS PROMESAS DE LA BIBLIA-parte 22-

FE

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.  (Hebreos 11:1)

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.  (Hebreos 11:6)

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.  Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.  (Santiago 1:5, 6)

Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.  (Colosenses 2:6, 7)

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y ésto no de vosotros, pues es don de Dios.  (Efesios 2:8)

Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.  (Gálatas 3:26)

Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.  (2 Timoteo 3:14, 15)

Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.  (1 Corintios 16:13)

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe.  (Gálatas 5:22)

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.  (Gálatas 2:20)

(Porque por fe andamos, no por vista).  (2 Corintios 5:7)

Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.  Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.  (Marcos 11:22, 23)

Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.  (Efesios 3:17-19)

Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.  (Hebreos 12:1, 2)

 

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LAS PROMESAS DE LA BIBLIA-parte 12-

CODICIA-parte 2-

Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.

Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.  (Tito 3: 3-5)

Entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.  Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aún estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.  (Efesios 2:3-6)

Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente.  (Tito 2:11, 12)

 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.  (Gálatas 5:24)

Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.  (Santiago 1:13, 14)

Los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos.  Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu.  Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.  (Judas 18-21)

…Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.  Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.  (Gálatas 5:16, 17)

Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.  No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias.

 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.  (Romanos 6: 11, 12, 14)

Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huído de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. (2 Pedro 1:4)

  

 

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ESPERANZA PARA EL PLANETA TIERRA – EL FUTURO BRILLANTE DE UNA RAZA CAIDA –parte 16-

LA HUMILDAD DE DIOS-parte 5-

 4. PARA AYUDAR A LOS TENTADOS

Santiago 1:13 nos enseña que “Dios no puede ser tentado por el mal”. Es imposible que la mente divina pueda ser engañada por el pecado.  Si Jesús hubiera venido como Dios, habría sido imposible que experimentara la tentación. Si hubiera ganado una sola victoria sobre la tentación con su poder divino, Satanás hubiera protestado: “Tu me venciste como Dios y Dios no puede ser tentado”.  Pero a fin de poder ser tentado, tomó sobre sí la naturaleza humana. La Biblia afirma en múltiples ocasiones que Jesús fue tentado.  Hebreos 4:15 nos dice: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.  Las tentaciones de Jesús no fueron ficticias o imaginarias.  Hebreos 2:18 dice: “Pues en cuanto el mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados”.

 No afrontamos ninguna tentación que El no haya encarado.  Todo poder del enemigo se lanzó contra El y sin embargo se mantuvo firme, sin fluctuar.  Y recordemos que afrontó estas tentaciones como hombre, no como Dios, y por lo tanto puede socorrernos en todas nuestras tentaciones.

Nosotros somos como piedrecillas que son llevadas de aquí para allá por las ondas del mar.  Pero Jesús fue como una peña gigantesca que está en los arrecifes.  Todo el poder de los demonios chocó contra El, sin embargo se mantuvo firme inconmovible.

Algunos creen que el hecho de que Jesús nunca pecó lo aleja de nosotros y hace imposible que nos comprenda plenamente. Pero NO es así. Si alguien se está hundiendo en arena movediza, no necesita a otro para que esté en la arena con él para simpatizar con su situación.  Necesita más bien a una persona que se encuentre en la tierra firme y que le lance una soga para sacarlo de la trampa. Si Cristo hubiese caído en la arena movediza del pecado, sería un pecador junto con nosotros y necesitaría El mismo un redentor.

Jesús fue el gran pionero que nos ha despejado el camino.  Los pioneros siempre tienen un camino más escabroso y difícil que los que los siguen.  Cuando los primeros colonos llegaron a la costa oriental de los Estados Unidos, emprendieron la conquista del Oeste.  Los que abrieron el camino enfrentaron tremendos peligros y obstáculos.  Hicieron frente a los indios, a las fieras, a epidemias, al sol quemante del desierto, a las ráfagas heladas de la noche y a una topografía inclemente.  Pero avanzaron marcando el camino y trazando un mapa para los que los seguirían después.  Por los sacrificios de estos pioneros, el camino del Este al Oeste es mucho más fácil hoy.  Podemos cruzar el continente norteamericano sin afrontar ninguno de los peligros que enfrentaron los pioneros.

Jesús fue el gran pionero de nuestra salvación. En su condición de hombre enfrentó todo el poder de las tentaciones del diablo y ganó una victoria decisiva.  El enemigo empleó toda artimaña y estratagema a su alcance contra Jesús, pero no lo pudo derrotar.  La victoria de Cristo ha hecho mucho más fácil la nuestra.  Jesús conoce cada treta de Satanás y está dispuesto a ayudarnos.  Porque fue tentado en todo como nosotros, puede socorrernos cuando somos tentados.  Su victoria puede ser nuestra si dependemos de El.

 

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