MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 167-
PSICOLOGIA PRÁCTICA-parte 4-
COMO ACONSEJAR. Se encuentra entre nosotros el gran Consejero de los siglos, invitándonos a poner su confianza en El. ¿Nos apartaremos de El para buscar a vacilantes seres humanos que dependen totalmente de Dios, igual que nosotros? -parte 2-
EL INTELECTO HUMANO NO ES OMNIPOTENTE: Un claro concepto de lo que es Dios y de lo que quiere que seamos, hará que tengamos una humilde opinión de nosotros mismos.
Los que estudien rectamente la Sagrada Palabra descubrirán que el intelecto humano no es omnipotente; que sin la ayuda que sólo Dios puede dar, la fortaleza y la sabiduría humanas no son sino debilidad e ignorancia.
MANIFESTEMOS LA GRACIA DE CRISTO: Dios quiere que todo individuo mire menos a lo finito, que dependa menos de los hombres. Tenemos consejeros que dan evidencia de que no conocen la gracia de Cristo y no entienden la verdad como es en Jesús.
Los colaboradores de Dios tienen una opinión humilde de sí mismos. No son jactanciosos, no tienen suficiencia propia, no se ensalzan a sí mismos.
Son longánimes, bondadosos, llenos de misericordia y buenos frutos. La ambición humana ocupa una posición subordinada en ellos. La justicia de Cristo los precede, y la gloria del Señor es su retaguardia.
LA FUENTE DE AGUA VIVA: El que trate de aplacar su sed en las fuente de este mundo, bebe tan solo para tener sed otra vez. Por todas partes, hay hombres que no están satisfechos.
Anhelan algo que supla la necesidad del alma. Un solo Ser puede satisfacer esta necesidad y dar al mundo lo que necesita: Cristo. La gracia divina, que El solo puede impartir, es como agua viva que purifica, refrigera y vigoriza al alma.
COMPRENDAMOS EL PUNTO DE VISTA DEL MUNDO: Un juicio iluminado nos obliga a reconocer que las cosas celestiales son superiores a las de la tierra, y sin embargo el depravado corazón del hombre lo induce a darle prioridad a las cosas de este mundo.
A las verdades de la Sagrada Escritura les son mezcladas las opiniones de los grandes hombres y las teorías de la falsamente llamada ciencia.
EL GRAN CONSEJERO: Acudamos a Dios con todas nuestras necesidades. No vayamos a otro con nuestras pruebas y tentaciones; sólo Dios puede ayudarnos. Si cumplimos las condiciones implícitas en las promesas del Señor, éstas se cumplirán en ustedes.
Si nuestras mentes están fijas en el Altísimo, no pasaremos del éxtasis al valle del desaliento cuando sobrevengan las pruebas y tentaciones. No hablaremos con los demás acerca de dudas y sombras, porque tendremos un ancla segura y firme para el alma.
Cuando hablamos acerca del desánimo y tinieblas, Satanás escucha con regocijo infernal, porque le agrada saber que nos ha sometido a su servidumbre.
No puede leer nuestros pensamientos, pero puede ver nuestras acciones y oír nuestras palabras; y gracias a su amplio conocimiento de la familia humana, puede adaptar sus tentaciones para sacar provecha de las debilidades de nuestros caracteres.
Y cuán a menudo le permitimos que descubra el secreto de cómo lograr la victoria sobre nosotros. ¡Oh, si pudiéramos controlar nuestras palabras y nuestros actos!
Cuán fuertes llegaríamos a ser si nuestras palabras fueran de tal naturaleza que no nos avergonzáramos de ellas cuando veamos su registro en el día del juicio. Cuán diferente serán en el día de Dios de los que nos parecían cuando las pronunciamos.
Se encuentra entre nosotros el gran Consejero de los siglos, invitándonos a poner su confianza en El. ¿Nos apartaremos de El para buscar a vacilantes seres humanos que dependen totalmente de Dios, igual que nosotros? (Elena White)