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NUTRICION, DIETA Y SALUD-ELEMENTOS QUE INTERVIENEN-parte 76-

ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA NUTRICION –parte 75-

ENZIMAS-parte 1-

¿QUÉ SON LAS ENZIMAS?

El Dr. Edward Howell, médico y pionero de la investigación sobre las enzimas, llamó a estas sustancias “las chispas de la vida”.  Estas moléculas proteínicas energizadas son necesarias prácticamente para todas las actividades bioquímicas que se llevan a cabo en el organismo. 

Las enzimas son esenciales para la digestión de los alimentos, la estimulación del cerebro, el suministro de energía a las células, y la reparación de tejidos, órganos y células. Aunque hubiera suficientes vitaminas, minerales, agua y demás nutrientes, la vida –como la conocemos- no podría existir si las enzimas.

El papel primordial de las enzimas es servir de catalizadores, es decir, acelerar o retardar los cientos de miles de reacciones químicas que se efectúan en el organismo y que controlan los procesos vitales. 

Si no fuera por la acción catalítica de las enzimas, la mayor parte de esas reacciones serían demasiado lentas para sostener la vida.  Las enzimas no se gastan en las reacciones que ellas mismas facilitan.

Cada enzima tiene una función específica en el organismo que ninguna otra enzima puede cumplir. Su estructura química sólo le permite a cada enzima iniciar una reacción en determinada sustancia, o en un grupo de sustancias químicas estrechamente relacionadas, pero no en otras. 

La sustancia sobre la cual actúa la enzima se llama sustrato. Debido a que cada sustrato requiere una enzima distinta, el organismo tiene que producir muchísimas enzimas diferentes.

LA FUNCION DE LAS ENZIMAS

Las enzimas intervienen prácticamente en todas las funciones del organismo.  Las enzimas digestivas descomponen las partículas de alimentos que puedan almacenarse en el hígado o los músculos. Otras enzimas convierten después esa energía almacenada en sustancias que el organismo utiliza de acuerdo con sus necesidades. 

El hierro se concentra en la sangre gracias a la acción de las enzimas; algunas enzimas de la sangre hacen que ésta coagule a fin de detener el sangrado.  Las enzimas uricolíticas catalizan la conversión del ácido úrico en urea. Las enzimas respiratorias facilitan la eliminación del dióxido de carbono de los pulmones. 

Además, las enzimas les ayudan a los riñones, al hígado, a los pulmones, al colon y a la piel a eliminar del organismo desechos y toxinas.  Así mismo, utilizan los nutrientes que han ingresado al organismo para construir nuevo tejido muscular, células nerviosas, hueso, piel y tejido glandular.

Una enzima puede convertir el fósforo dietético en hueso. Las enzimas promueven la oxidación de la glucosa a fin de crear energía para las células. 

Aparte de ésto, las enzimas también protegen la sangre del material de desecho nocivo porque lo transforman en sustancias que el organismo puede eliminar sin dificultad.  En realidad, las funciones de las enzimas son tantas y tan variadas que sería imposible mencionarlas todas.

Las enzimas se suelen dividir en dos grupos: digestivas y metabólicas.

Continúa en parte 77

 

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NUTRICION, DIETA Y SALUD-ELEMENTOS QUE INTERVIENEN–parte 60-

ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA NUTRICION –parte 59-

AMINOACIDOS-(AMINO ACIDS)-parte 8-

LA FUNCION DE LOS AMINOACIDOS

EL ABC DE LOS AMINOACIDOS

CISTEINA Y CISTINA

Estos dos aminoácidos están estrechamente relacionados: cada molécula de cistina se compone de dos moléculas de cisteína unidas. La cisteína es muy inestable y se convierte sin dificultad en L-cistina; sin embargo, cada forma tiene la capacidad de convertirse en la otra de acuerdo con las necesidades del organismo. 

Estos dos aminoácidos contienen azufre y ayudan a la formación de la piel, además, de que son importantes en los procesos de desintoxicación.

La cisteína está presente en la alfaqueratina, la principal proteína constitutiva de las uñas de los pies y de las manos, la piel y el cabello.  La cisteína contribuye a la producción de colágeno, y favorece la elasticidad y la textura de la piel.

También se encuentra en muchas otras proteínas del organismo entre ellas varias enzimas digestivas.

La cisteína ayuda a desintoxicar el organismo de toxinas nocivas y lo protege del daño producido por la radiación.  Es uno de los mejores destructores de los radicales libres y obra mejor cuando se toma con selenio y vitamina E.

Este aminoácido también es precursor del glutatión, una sustancia que desintoxica el hígado ligándose en ese órgano a sustancias potencialmente nocivas. La cisteína también ayuda a proteger el hígado y el cerebro del daño causado por el alcohol, las drogas y los compuestos tóxicos del humo del cigarrillo.

Como la cisteína es más soluble que la cistina, el organismo la utiliza más fácilmente y suele ser mejor para tratar la mayoría de las enfermedades.  Este aminoácido se forma a partir de la L-metionina del organismo. 

La vitamina B6 es necesaria para la síntesis de la cisteína, pero este proceso no se lleva a cabo correctamente cuando existe alguna enfermedad crónica. Por tanto, las personas que sufren de enfermedades  crónicas necesitan dosis de cisteína más altas de lo normal, es decir, 1.000 miligramos tres veces al día durante un mes.

Los suplementos de L-cisteína son recomendables para el tratamiento de la el endurecimiento de las arterias y los trastornos mutogénicos, como el cáncer. 

Estos suplementos promueven la curación tras las cirugías y las quemaduras severas, chelate los metales pesados y se unen con el hierro soluble para ayudar a la absorción de este micromineral. 

Este aminoácido también ayuda a quemar grasa y a construir músculo.  Por su capacidad para descomponer la mucosidad del tracto respiratorio, la L-cisteína es provechosa para el tratamiento de la bronquitis, el enfisema y la tuberculosis. 

Además, favorece la curación cuando hay alteraciones respiratorias, y desempeña un papel preponderante en la actividad de los glóbulos blancos de la sangre, los cuales combaten las enfermedades.

La cisteína o la forma N-acetil de la cisteína (N-acetilcisteína) se puede utilizar en lugar de L-cisteína.  La N-acetilcisteína ayuda a prevenir los efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia. 

Gracias a que eleva los niveles de glutatión en los pulmones, los riñones, el hígado y la médula ósea este aminoácido retarda el envejecimiento del organismo, lo cual se manifiesta, por ejemplo con una menor cantidad de manchas relacionadas con la edad.

Se ha visto que la N-acetilcisteína es más eficaz para aumentar los niveles del glutatión que los suplementos de cistina o, incluso, que el mismo glutatión.

Las personas diabéticas deben tener cuidado con los suplementos de cisteína porque pueden suprimir la actividad de la insulina.  Los pacientes de cistinuria, una alteración genética poco común que lleva a la formación de cálculos renales de cistina, no deben tomar cisteína.

Continúa en parte 61

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