ALIMENTACION PARA EL PUEBLO DE DIOS –DIOS SIEMPRE NOS PROVEE-parte 25-
EL AZÚCAR, LOS DULCES, LOS POSTRES, LA SAL Y LOS CONDIMENTOS
EL AZÚCAR
“El azúcar no es bueno para el estómago. Causa fermentación, y ésto anubla la mente y trae mal humor”.
“El azúcar recarga el organismo y estorba el trabajo de la máquina viviente” (cuerpo humano). (Consejo sobre el Régimen Alimenticio-Elena White-pág.389).
Algunos médicos que se han dado al trabajo de investigar los efectos del azúcar en el cuerpo humano, le han puesto el nombre de “asesino número uno”, pues se sabe que este producto mata hoy a más personas que el cáncer o los ataques del corazón. Con tremendo nombre nos cabe prestar un poco de cuidado al respecto antes que seamos otras de sus víctimas.
Se sabe hoy que el azúcar es más dañina para las arterias que las mismas grasas. Su ingestión eleva los triglicéridos, una sustancia grasa en la sangre que acelera el colesterol.
El azúcar produce solo calorías vacías por lo refinada que es, convirtiéndose en un fuerte estimulante. Se sabe que los carbohidratos se incorporan solamente cuando van acompañados de minerales y vitaminas. El azúcar no tiene ninguno de los dos por lo que el organismo echa mano de los minerales y vitaminas que tiene en su afán de aprovechar este dulce. De allí le resulta también el nombre de “ladrón de calcio”.
En algunos países la gente ingiere un promedio diario de más de treinta cucharaditas de azúcar. En la actualidad, el promedio de norteamericanos consume más de cincuenta kilos de azúcar por persona al año. Si esta azúcar se consumiera en forma natural significaría que cada persona debiera tomar diariamente el jugo de un trozo de caña de azúcar de casi treinta metros de largo. Algo realmente imposible.
Cada órgano y cada célula del cuerpo necesitan del azúcar que les leva la sangre continuamente como fuente de energía (ésta no es el azúcar refinada sino una sustancia asimilable al organismo que se le ha puesto ese nombre). Los niveles de azúcar van entre 70 y 85 mgr. Los valores normales difieren un tanto de los ideales y se consideran que van entre 70 a 100.
Vale la pena tener en cuenta que en muchos casos estos valores “normales” están muy lejos de ser realmente normales. Simplemente representan el promedio de una población en estudio, cuyos hábitos de vida y alimentación son equivocados. Así que nuestra meta debe ser que nuestros valores entren dentro de los límites ideales más que los normales.
Nadie ignora la relación tan estrecha que existe entre el consumo de azúcar y las caries dentales debido a la descalcificación que ésta produce en el organismo. Esta desmineralización llega a convertirse en verdadera desnutrición en los niños que dan rienda suelta para comer dulces. El azúcar no produce ningún alimento real, pero si quita los deseos de alimento para elevar el azúcar en la sangre. La inapetencia de muchos niños se debe sencillamente a que comen mucho dulce.
Un efecto indeseable del azúcar en el organismo es que destruye la capacidad de lucha de los glóbulos blancos (leucocitos) por lo que nos expone a contraer y caer víctimas de enfermedades infecciosas pues los glóbulos blancos son los encargados de las defensas en el organismo. La siguiente tabla nos muestra el efecto que tiene sobre los leucocitos el azúcar, reduciéndoles la capacidad de lucha.
Así que la cuestión no es sólo el azúcar que nosotros consumimos en la cocina. Son pues muy ricas en azúcar distintas preparaciones que se venden mucho, pues parece que el sabor dulce es muy proferido por el gusto desnaturalizado o corrompido, pues por falta de instrucción adecuada en asuntos de alimentación, llegamos a adquirir ese gusto desde cuando somos bebes.
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