MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 157-
LOS PROBLEMAS EMOCIONALES. LA CULPA-El amor de Cristo libera el alma de culpa y tristeza, de la ansiedad y congoja que agotan las fuerzas de la vida. –parte 1-
LA CULPA MALOGRA LAS FUERZAS VITALES: Las penas, la ansiedad, el descontento, el remordimiento, el sentimiento de culpabilidad y la desconfianza menoscaban las fuerzas vitales, y llevan al decaimiento y a la muerte.
COMO LIBERARSE DE LA CULPA: Este sentimiento de culpa debe ser depositado a los pies de la cruz del Calvario. La sensación de pecaminosidad ha emponzoñado las fuentes de la vida y de la verdadera felicidad. Pero ahora Jesús le dice: Deposítalo en mí; yo tomaré tus pecados, te daré paz. No sigas destruyendo tu respeto propio, porque yo te he comprado por el precio de mi propia sangre.
Eres mío; fortaleceré tu voluntad debilitada; eliminaré el remordimiento que te causa el pecado. Por lo tanto, vuelva su corazón, tembloroso por causa de la incertidumbre, y aférrese de la esperanza que se le extiende. Dios acepta su corazón quebrantado y contrito.
Le ofrece pleno perdón en el seno de su familia, y le ofrece su gracia que lo ayudará en sus debilidades; y el amado Jesús lo conducirá paso a paso si Ud. esta dispuesto a pone su mano en la suya y dejar que lo guie.
JESUS PERDONA A PESAR DE LA CULPA: Satanás trata de apartar nuestra mente del poderoso Ayudador para inducirnos a pensar en la degeneración de nuestra alma. Pero aunque Jesús ve la culpa del pasado, pronuncia palabras de perdón y no debemos deshonrarlo dudando de su amor.
SU AMOR LIBERA DE CULPA: El amor que Cristo infunde en todo nuestro ser es un poder vivificante. Da salud a cada una de las partes vitales: el cerebro, el corazón y los nervios. Por su medio las energías más potentes de nuestro ser despiertan y entran en actividad.
Libera el alma de culpa y tristeza, de la ansiedad y congoja que agotan las fuerzas de la vida. Con El vienen la serenidad y la calma. Implanta en el alma un gozo que nada en la tierra puede destruir: el gozo que hay en el Espíritu Santo, un gozo que da salud y vida.
EL MAYOR PECADOR NECESITA AL MAYOR SALVADOR: Si Ud. cree que es el mayor de los pecadores, lo que necesita es Cristo; el mayor de los Salvadores. Levante la cabeza y contemple fuera de sí mismo, más allá de su pecado, al Salvador levantado; más allá de la venenosa mordedura de la serpiente, al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
EL DARÁ DESCANSO: El llevó el peso de nuestra culpa. También quitará la carga de nuestros hombros cansados. Nos dará descanso. Llevará por nosotros la carga de nuestros cuidados y penas. Nos invita a echar sobre El todos nuestros afanes; pues nos lleva en su corazón.
”Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28)
NO TODOS LOS PECADOS SON DE LA MISMA MAGNITUD: No todos los pecados son de igual magnitud delante de Dios; hay diferencia de pecados a su juicio, como los hay a juicio de los hombres; sin embargo, aunque éste o aquél acto malo puedan parecer frívolos a los ojos de los hombres, ningún pecado es pequeño a la vista de Dios, El juicio de los hombres es parcial e imperfecto; más Dios ve todas las cosas como realmente son.
El borracho es detestado y se le dice que su pecado lo excluirá del cielo, mientras que el orgullo, el egoísmo y la codicia pasan muchísimas veces sin condenarse. Sin embargo, estos son pecados que ofenden especialmente a Dios; porque son contrarios a la benevolencia de su carácter, a ese amor desinteresado que es la atmósfera misma del universo que no ha caído.
El que cae en alguno de los pecados más groseros puede avergonzarse y sentir su pobreza y necesidad de la gracia de Cristo; pero el orgullo no siente ninguna necesidad y así cierra el corazón a Cristo y a las infinitas bendiciones que El vino a derramar. (Elena White)
Continúa en parte 158
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