MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 114-
LA FE. La fe obra por el amor y purifica el alma de todo egoísmo. De este modo el alma se perfecciona en el amor. La fe se aferra a las promesas de Dios, y produce la obediencia. -parte 2-
ENSEÑEMOS FE: Se debería explicar claramente como se puede ejercer la fe. Toda promesa de Dios tiene ciertas condiciones. Si estamos dispuestos a hacer su voluntad, toda su fuerza nos pertenece. Cualquier don que nos prometa se encuentra en la promesa misma. Si recibimos la promesa, recibimos el don.
“La semilla es la Palabra de Dios” (Luc.8:11)
LA FE TIENE PRECIOSAS LECCIONES PARA LOS NIÑOS: La fe tiene preciosas lecciones para el niño sensible a las ofensas. La disposición a resistir el mal o vengar el agravio recibe a menudo su impulso de un profundo sentimiento de justicia y un espíritu activo y enérgico.
Enséñese a ese niño que Dios es el guardián eterno de la justicia. Cuida tiernamente a los seres que ama al punto de dar a su amado Hijo para salvarlos. El se entenderá con cada malhechor.
DEBEMOS EDUCAR LA MENTE PARA QUE EJERZA FE: La fe obra por el amor y purifica el alma de todo egoísmo. De este modo el alma se perfecciona en el amor. Y habiendo encontrado gracia y misericordia por medio de la preciosa sangre de Cristo. ¿Cómo podríamos dejar de ser tiernos y misericordiosos?
“Por gracia sois salvos por medio de la fe” (Efe.2:8)
Se debería adiestrar la mente para ejercer fe en lugar de albergar dudas, sospechas y celos. Estamos demasiado inclinados a considerar los obstáculos como imposibilidades. Tener fe en las promesas de Dios, avanzar por fe, seguir hacia adelante sin ser gobernados por las circunstancias es una lección difícil de aprender.
Pero aprender esta lección es una absoluta necesidad para cada hijo de Dios. Siempre se debería albergar la gracia de Dios otorgada por medio de Cristo; porque se nos da como la única manera de aproximarnos a Dios.
La fe en las palabras de Dios, pronunciadas por Cristo cuando estaba envuelto en la columna de nube, habría capacitado a los hijos de Israel para dejarnos una historia muy diferente. Su falta de fe en Dios influyó para que su historia fuera muy distinta.
FE Y PRESUNCION: Algunos han profesado tener mucha fe en Dios, dones especiales y extraordinarias respuestas a sus oraciones aunque no haya evidencia de todo ello. Han creído que la presunción es fe. La oración de fe nunca se pierde; pero pretender que siempre será respondida de la misma manera y en relación con el motivo particular que estamos esperando es presunción.
PRESUNCION: FALSIFICACION SATÁNICA DE LA FE: La fe no va en ningún sentido unida a la presunción. Sólo el que tenga verdadera fe se halla seguro contra la presunción. Porque la presunción es la falsificación satánica de la fe. La fe se aferra a las promesas de Dios, y produce la obediencia. La presunción también se aferra a las promesas, pero las usa como Satanás, para disculpar la transgresión.
La fe habría inducido a nuestros primeros padres a confiar en el amor de Dios, y a obedecer sus mandamientos (Éxodo 20:3-17). La presunción los indujo a transgredir la Ley, creyendo que su gran amor los salvaría de las consecuencias de su pecado. No es fe lo que reclama el favor del Cielo sin cumplir las condiciones bajo las cuales se concede una merced.
La fe verdadera tiene su fundamento en las promesas y provisiones de las Escrituras. (Elena White)
Continúa en parte 115
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