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LA VERDAD ACERCA DE LOS ANGELES-RESPUESTAS FIRMEMENTE BASADAS EN LA PALABRA DE DIOS—parte 41-

LOS ÁNGELES DESDE EL SINAÍ HASTA LA TOMA DE JERICÓ-parte 3-

BALAAM, UN PROFETA DESVIADO-parte 2-

Un ángel fue enviado para decir a Balaam: “Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga”. (Núm.22:20)

Balaam había recibido permiso para acompañar a los mensajeros de Moab en caso de que vinieran por la mañana a llamarle.   Pero enfadados por la tardanza de él y creyendo que otra vez se negaría a ir, salieron para su tierra sin consultar más con él.  Había sido eliminada la excusa para cumplir lo pedido por Balac.

Pero Balaam había resuelto obtener la recompensa; y tomando el animal en el cual solía montar, se puso en camino.  Temía que se le retirara aún ahora el permiso divino, y se apresuraba ansiosamente, impaciente y temeroso de perder por uno u otro motivo la recompensa codiciada. (PP-471)

La ira de Dios se encendió contra Balaam por su juego atrevido con el cielo. Entonces, “el ángel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo” (Núm.22:22). El animal vio al divino mensajero, a quien el hombre no había visto, y se apartó del camino real y entró en el campo.  Con golpes crueles, Balaam hizo volver la bestia al camino; pero nuevamente, en un sitio angosto y cerrado por murallas de piedra, le apareció el ángel, y el animal, tratando de evitar la figura amenazadora, apretó el pie de su amo contra la muralla.

La ira de Balaam no conoció límites, y con su vara golpeó al animal aún más cruelmente que antes.  Dios abrió entonces la boca a la burra, y la “bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta” (2 Pedro 2:16). “¿Qué te he hecho, que me has azotados estas tres veces?”, dijo.

Lleno de ira al verse así estorbado en su viaje Balaam contestó a la bestia como si ésta fuese un ser racional: “Porque te has burlado de mí. ¡Ojala tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría!”…

Los ojos de Balaam fueron entonces abiertos, y vio al ángel de Dios de pie con la espada desenvainada, listo para darle muerte.  Aterrorizado, “hizo reverencia y se inclinó sobre su rostro”.  El ángel le dijo: “¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí.  El asna me ha visto, y se ha apartado luego de delante de mí estas tres veces; y si de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría a ti”…

Cuando vio al mensajero de Dios, Balaam exclamó aterrorizado. “He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; más ahora, si te parece mal, yo me volveré”.  (Núm.22:28-34)  (PP-4471-473-)

Después que el ángel ordenó a Balaam que no cumpliera el deseo de los moabitas, le permitió seguir su camino.  Balac se encontró con Balaam y le dijo que no tenía autoridad de hablar por sí mismo sino sólo aquello que Dios pusiera en su boca.  Balaam ordenó que se prepararan los sacrificios de acuerdo a los ritos religiosos.  Y Dios envió su ángel para darle las palabras que debía hablar, como lo había hecho anteriormente cuando Balaam estaba plenamente dedicado a su servicio.

“Y Jehová puso palabra en la boca de Balaam…Y el tomó su parábola y dijo: De Aram me trajo Balac, rey de Moab, de los montes del oriente; ven, maldíceme a Jacob, y ven execra a Israel. ¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo? ¿Y por qué he de execrar al que Jehová no ha execrado?”…

Balac estaba airado y disgustado. Y dijo: “¿Qué me has hecho? Te he traído para que maldigas a mis enemigos, y he aquí has proferido bendiciones”. Balac pensó que la impresionante apariencia del campamento de Israel…lo había prevenido de maldecirlos.  Pensó que si lo llevaba…a un lugar donde Israel no apareciera tan impresionante, lograría que los maldijese. Pero nuevamente en Zofim…Balaam ofreció sacrificio y se comunicó con el ángel de Dios, y éste le informó lo que debía decir. (SP)

JOSUÉ CONDUCE A ISRAEL A CANAÁN

Continúa en parte 42

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LA VERDAD ACERCA DE LOS ANGELES-RESPUESTAS FIRMEMENTE BASADAS EN LA PALABRA DE DIOS—parte 31-

LOS ÁNGELES EN LA ERA PATRIARCAL-parte 2

LA DESTRUCCIÓN DE SODOMA Y GOMORRA

Dos de los mensajeros celestiales marcharon dejando a Abrahán solo con Aquel a quien reconocía ahora como Hijos de Dios. Con profunda reverencia y humildad rogó: “He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza” (Gen.18:27)  Se aproximó al mensajero celestial, y fervientemente le hizo su petición. A pesar de que Lot habitaba en Sodoma, no participaba de la impiedad de sus habitantes. 

Abrahán pensó que en aquella populosa ciudad debía haber otros adoradores del verdadero Dios.  Y tomando en consideración este hecho, suplicó: “Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío..; nunca tal hagas.  El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?”  (Gen.18:25). Abrahán no imploró sólo una vez, sino muchas.  Atreviéndose a más  a medida que se le concedía lo pedido, persistió hasta que obtuvo la seguridad de que aunque hubiese allí solo diez personas justas, la ciudad sería perdonada.  (PP 134-135)

DOS ÁNGELES VISITAN A LOT

A la caída de la tarde, dos forasteros se acercaron a la puerta de la ciudad. Parecían viajeros que venían a pasar allí la noche. Nadie pudo reconocer en estos humildes caminantes a los poderosos heraldos del juicio divino, y poco pensaba la alegre e indiferente muchedumbre que, en su trato con estos mensajeros celestiales, esa misma noche colmaría la culpabilidad que condenaba a su orgullosa ciudad. 

Pero hubo un hombre que demostró a los forasteros una amable atención convidándolos a su casa.  Lot no conocía el verdadero carácter de los visitantes, pero la cortesía y la hospitalidad eran una costumbre en él. (PP-154)

Los ángeles manifestaron a Lot el objeto de su misión: “Vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo” (Gen.19:13).  Los forasteros a quienes Lot había tratado de proteger, le prometieron a su vez protegerlo a él y salvar también a todos los miembros de su familia que huyeran con él de la ciudad impía.  Lot salió para avisar a sus yernos. 

Repitió las palabras de los ángeles. “Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir la ciudad”.  Pero a ellos les pareció que Lot bromeaba.

Lleno de dolor, regresó Lot a su casa, y contó su fracaso.  Entonces los ángeles le mandaron levantarse, llevar a su esposa y a sus dos hijas que estaban aún en la casa, y abandonar la ciudad. Si no hubiera sido por los ángeles de Dios, todos habrían perecido en la ruina de Sodoma.  Los mensajeros celestiales asieron de la mano a Lot y a su mujer y a sus hijas, y los llevaron fuera de la ciudad.

Otra vez se le dio la solemne orden de apresurarse, pues la tempestad de fuego tardaría muy poco en llegar. Pero una de las personas fugitivas [la mujer de Lot] se atrevió a mirar hacia atrás, hacia la ciudad condenada, y se convirtió en un monumento del juicio de Dios.  (PP-156-158)

ABRAHÁN PROBADO

Continúa en parte 32

 

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LA VERDAD ACERCA DE LOS ANGELES-RESPUESTAS FIRMEMENTE BASADAS EN LA PALABRA DE DIOS—parte 2-

LOS ÁNGELES Y LOS HUMANOS –UNA VISTA PANORAMICA-parte 1-

 

La relación entre el mundo visible y el invisible, el ministerio de los ángeles de Dios y la influencia o intervención de los espíritus malos, son asuntos claramente revelados en las Sagradas Escrituras y como indisolublemente entretejidos con la historia humana.

Antes de la creación del hombre, había ya ángeles; pues cuando los cimientos de la tierra fueron echados a una “alaban todas las estrellas del alba, y se regocijan todos los hijos de Dios” (Job 38:7)…Los ángeles  son por naturaleza superiores al hombre, pues el salmista refiriéndose a éste, dice: “Le has hecho poco menor que los ángeles” (Sal.8:5).

EL NUMERO Y EL PODER DE LOS ÁNGELES

Las Sagradas Escrituras nos dan la información acerca del número, del poder y de la gloria de los seres celestiales, de su relación con el gobierno de Dios y también con la obra de redención. “Jehová estableció en los cielos su trono, y su reino  domina sobre todos”.  Y el profeta dice: “Oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono”. Ellos sirven en la sala del trono del Rey de reyes, “ángeles, poderosos en fortaleza”, “ministros suyos”, que hacen “su voluntad”, “obedeciendo a la voz de su precepto” (Sal.103:19-21; Apoc.5-11).

Millones de millones y millares de millares era el número de los mensajeros celestiales vistos por el profeta Daniel. El apóstol Pablo habla de las “huestes innumerables de ángeles” (Heb.12:22, Dan.7:10). Como mensajeros de Dios, iban y volvían “a semejanza de relámpagos” (Eze.1:14), tan deslumbradora era su gloria y tan veloz su vuelo.  El ángel que apareció en la tumba del Señor, y cuyo “aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve”, hizo que los guardias temblaran de miedo y quedaran “muertos” (Mateo 28:3-4).

Cuando Senaquerib, el insolente monarca asirio, blasfemó e insultó a Dios y amenazó destruir a Israel, “aconteció que en aquella misma noche salió un ángel de Jehová, e hirió en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil hombres”. El ángel “destruyó a todos los hombres fuertes y valerosos, con los príncipes; y los capitanes” del ejército de Senaquerib, quien “volvió con rostro avergonzado a su propia tierra” (2 Reyes 19:35; 2 Cron.32:21).

LOS ÁNGELES AYUDAN A LOS HIJOS DE DIOS

Los ángeles son enviados a los hijos de Dios con misiones de misericordia. Visitaron a Abrahán con promesas de bendición; al justo Lot, para rescatarle de las llamas de Sodoma; a Elías cuando estaba por morir de cansancio y hambre en el desierto; a Eliseo, con carros y caballos de fuego que circundaban la pequeña ciudad donde estaba encerrado por sus enemigos; a Daniel, cuando imploraba la sabiduría divina en la corte de un rey pagano, o en momentos en que iba a ser presa de los leones; a Pedro, condenado a muerte en la cárcel de Herodes; a los presos de Filipos; a Pablo y a sus compañeros, en la noche tempestuosa en el mar; a Cornelio, para hacerle comprender el Evangelio, a Pedro, para mandarlo con el mensaje de salvación al extranjero gentil. Así fue como, en todas las edades, los santos ángeles ejercieron su ministerio en beneficio del pueblo de Dios.

Así que, aunque expuesto al poder engañoso y a la continua malicia del príncipe de las tinieblas y en conflicto con todas las fuerzas del mal, el pueblo de Dios siempre tiene asegurada la protección de los ángeles del cielo.  Y esta protección no es superflua. Si Dios concedió a sus hijos su gracia y su amparo, es porque deben hacer frente a las temibles potestades del mal, potestades múltiples, audaces e incansables, cuya malignidad y poder nadie puede ignorar o despreciar impunemente.

Continúa en parte 2

 

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