MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 199-
INTERRELACION DEL CUERPO Y LA MENTE-parte 7-
EL RÉGIMEN ALIMENTARIO Y LA MENTE. Bajo la influencia de alimentos malsanos la conciencia se anestesia, la mente se entenebrece y se malogra su susceptibilidad a la impresiones. -parte 4-
DEMASIADO CUIDADO ACERCA DE LA COMIDA: Es imposible calcular el peso exacto de los alimentos que deberíamos comer. No es aconsejable seguir este procedimiento porque si lo hacemos, la mente se concentrará en sí misma.
La comida y la bebida se convierten en tema constante de pensamiento. Los que no hagan un dios del estómago, vigilarán con cuidado el apetito. Comerán alimentos sencillos y nutritivos…
Comerán despacio y masticarán cabalmente los alimentos. Los tales nunca necesitarán preocuparse de ingerir cantidades exactas de alimento.
COMA DE ACUERDO CON SU BUEN CRITERIO: Algunos siempre recelan que la comida, por muy sencilla y sana que sea, les hace daño. No piensen que la comida les hará daño, no piensen siquiera en la comida.
Coman conforme a lo que dicten sus sanos juicios, y cuando pidan que El Señor bendiga la comida para fortalecimiento de sus cuerpos, crean que El los oye y tranquilícense.
LOS INTEMPERANTES NO PUEDEN TENER PACIENCIA: Existen amplias razones que explican que haya tantas mujeres nerviosas en el mundo y que sufren de dispepsia con su estela de males. La causa ha sido seguida por el efecto. A las personas intemperantes les resulta imposible ser pacientes.
Primero deben reformar los malos hábitos y vivir en forma saludable, y después de ésto no encontraran difícil ser pacientes. Al parecer muchas personas no comprenden la relación que hay entre la mente y el cuerpo.
Si el organismo es perturbado a causa del alimento impropio, el cerebro y los nervios quedan afectados de tal modo que hasta las cosas pequeñas molestan a los que padecen de este mal.
Las pequeñas dificultades son para ellos problemas enormes. Esta clase de individuos están incapacitados para educar debidamente a sus hijos.
En su vida primarán las actitudes extremas: algunas veces serán muy indulgentes, en cambio otras serán severos y condenarán pequeñeces que no merecían ninguna atención.
EL ALIMENTO MALSANO ANESTESIA LA CONCIENCIA: Satanás ve que no puede ejercer un poder tan grande sobre las mentes cuando el apetito está bajo control, como cuando se le da rienda suelta, y él está trabajando constantemente para inducir a los hombres a complacerse a sí mismos.
Bajo la influencia de alimentos malsanos la conciencia se anestesia, la mente se entenebrece y se malogra su susceptibilidad a la impresiones. ¿Podremos comprender el pecado y las consecuencias de pervertir el apetito?
UNA DEFINICION DE LA TEMPERANCIA EN EL COMER: Los principios de la templanza deben llevarse más allá del mero consumo de bebidas alcohólicas. El uso de alimentos estimulantes indigestos es a menudo igualmente perjudicial para la salud, y en muchos casos, siembra la semillas de la embriaguez.
La verdadera temperancia nos enseña a abstenernos por completo de todo lo perjudicial, y a usar cuerdamente lo que es saludable. Pocos son los que comprenden debidamente la influencia que sus hábitos relativos a la alimentación ejercen sobre su salud, su carácter, su utilidad en el mundo y su destino eterno.
El apetito debe sujetarse siempre a las facultades morales e intelectuales. El cuerpo debe servir a la mente, y no la mente al cuerpo.
EVITEMOS LOS EXTREMOS: Los que entienden debidamente las leyes de la salud, y se dejan dirigir por los buenos principios, evitan los extremos, y no incurren en la licencia ni en la restricción. Escogen su alimento no meramente para agradar al paladar, sino para reconstruir el cuerpo.
Procuran conservar todas sus facultades en la mejor condición posible para prestar el mayor servicio a Dios y a los hombres. Saben someter su apetito a la razón y a la conciencia, y son recompensados con la salud del cuerpo y la mente.
Aunque no imponen sus opiniones a los demás ni los ofenden, su ejemplo es un testimonio a favor de los principios correctos. Estas personas ejercen una extensa influencia para el bien. (Elena White)