EL LLAMADO DE DIOS AL SERVICIO-parte 41-
EL ESPÍRITU SANTO-parte 1-
LA PROMESA
A NOSOTROS hoy, tan ciertamente como a los primeros discípulos, nos pertenece la promesa del Espíritu. Dios dotará a hombres y mujeres del poder de lo alto, como dotó a los que, en el día de Pentecostés, oyeron la palabra de salvación. En este mismo momento su Espíritu y su gracia son para todos los que los necesitan y quieren aceptar su palabra al pie de la letra. (Joyas de los Testimonios)
La promesa del Espíritu Santo no se limita a ninguna edad o raza. Cristo declaró que la influencia divina de su Espíritu estaría con sus seguidores hasta el fin. Desde el día de Pentecostés hasta ahora, el Consolador ha sido enviado a todos los que se han entregado plenamente al Señor y a su servicio. (Los Hechos de los Apóstoles)
Dios desea vivificar a su pueblo por el don de su Santo Espíritu, bautizándolo de nuevo en su amor. No necesita manifestarse carencia del Espíritu Santo en la iglesia. Después de la ascensión de Cristo, el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos que esperaban, oraban y creían, con una plenitud que alcanzó a cada corazón. En el futuro, la tierra ha de ser iluminada con la gloria de Dios. Una influencia divina ha de emanar de los que están santificados por la verdad y alcanzar al mundo. La tierra ha de ser circuida con una atmósfera de gracia. El Espíritu Santo ha de obrar en los corazones humanos, tomando las cosas de Dios y revelándolas a los hombres (Southern Watchman)
Es cierto que en el tiempo del fin, cuando la obra de Dios en la tierra esté por terminar, los fervientes esfuerzos realizados por los consagrados creyentes bajo la dirección del Espíritu Santo irán acompañados por manifestaciones especiales del favor divino. Bajo la figura de la lluvia temprana y tardía que cae en los países orientales al tiempo de la siembra y la cosecha, los profetas hebreos predijeron el derramamiento de la gracia espiritual en una medida extraordinaria sobre la iglesia de Dios. El derramamiento del Espíritu en los días de los apóstoles fue el comienzo de la lluvia temprana, y gloriosos fueron los resultados. Hasta el fin del tiempo, la presencia del Espíritu ha de morar con la iglesia fiel. (Los Hechos de los Apóstoles)
El derramamiento del Espíritu en los días de los apóstoles fue “la lluvia temprana”, y glorioso fue el resultado. Pero la lluvia tardía será más abundante. ¿Cuál es la promesa hecha a los que viven en los postreros días? “Tornaos a la fortaleza, oh presos de esperanza: hoy también os anuncio que os daré doblado”. “Pedid a Jehová lluvia en la sazón tardía. Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierva en el campo a cada uno”. (Joyas de los Testimonios)
DIOS ESTA DISPUESTO A CONFERIRLO- parte 1-
EL SEÑOR está más dispuesto a dar el Espíritu Santo a los que le sirven, que los padres a dar buenas dádivas a sus hijos. (Los Hechos de los Apóstoles)
En toda ocasión y lugar, en todas las tristezas y aflicciones, cuando la perspectiva parece sombría y el futuro nos deja perplejos y nos sentimos impotentes y solos, se envía al Consolador en respuesta a la oración de fe. Las circunstancias pueden separarnos de todo amigo terrenal, pero ninguna circunstancia ni distancia pueden separarnos del Consolador celestial. Dondequiera que estemos, dondequiera que vayamos, está siempre a nuestra diestra para apoyarnos, sostenernos y animarnos. (El Deseado de Todas las Gentes)
-Continúa en parte 42-