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Posts Tagged ‘cirrosis hepática’

BUENA SALUD-conocimientos que le otorgarán una herramienta práctica y positiva para el resto de su vida-parte 25-

ANTE EL DRAMA DEL ALCOHOLISMO

LO QUE EL ALCOHOL HACE A LA GENTE

Por mucho tiempo las autoridades médicas han estado advirtiendo sobre los efectos dañinos del alcohol. Interfiere por diversos mecanismos con el normal funcionamiento de nuestro cuerpo. Varios órganos pueden ser lesionados con frecuencia en forma permanente.

Es bien conocido el hecho de que el alcohol produce una seria enfermedad del hígado que es la cirrosis.  Esto es sabido desde principios del siglo pasado cuando William Heberden escribió: “La causa más común de la cirrosis hepática es el uso intemperante de bebidas espirituosas las cuales específicamente dañan el hígado”.

El alcohol es una sustancia química tóxica capaz de dañar el hígado en muchos casos en forma irreversible.

El alcohol no necesita ser digerido como los alimentos.  Es absorbido directamente y en forma rápida a través de las paredes del estómago y del intestino delgado. Es llevado desde allí al hígado donde es parcialmente filtrado y el resto circula por todo el organismo.

En repetidos ciclos circulatorios de la sangre a través del hígado, el alcohol va siendo gradualmente transformado en agua y anhídrido carbónico.

Se sabe actualmente que el alcohol puede causar lesiones cardíacas. Los primeros efectos  se notan en las largas y elásticas células contráctiles del miocardio o músculo del corazón, las cuales pierden la capacidad de contraerse en forma efectiva.

Estos efectos pueden duran varias horas después de la ingestión moderada de alcohol pero en los alcoholistas crónicos llega a causar daño permanente de la fibra miocárdica.

El estómago, el intestino delgado, el páncreas, los músculos, las glándulas endocrinas, y casi cada célula del organismo puede ser afectada por el alcohol, pero sus mayores daños los produce en el sistema nervioso.

El cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos son los más profundamente afectados.  Aunque tenemos alrededor de diecisiete mil millones de células en el cerebro, las células cerebrales que son afectadas por el alcohol quedan dañadas en forma permanente.

Bastan dos vasos de cerveza para deprimir los centros de preocupación y la ansiedad.  Pero un nivel de alcohol en la sangre del ½  al 1% puede causar parálisis de los centros de la respiración pudiendo producirse la muerte como resultado.

Además de su acción tóxica y destructiva sobre las células, el alcohol perturba la irrigación sanguínea de los tejidos al aglutinar unos contra otros los glóbulos rojos de la sangre. Cuando estos aglomerados globulares llegan a los vasos más finos que son los capilares, los obstruyen.

Cuando muchos capilares se bloquean de este modo, en una determinada área, las células mueren por falta de oxígeno. Si las células muertas pertenecen al cerebro jamás serán reemplazadas, por lo cual el daño es permanente.

El conductor sobrio puede tener un accidente, pero su riesgo aumenta 7 veces con un 0.10% C.A.S.  y 25 veces con un 0.15% C.A.S. (Concentración Alcohólica en la Sangre)

El alcohol es un tóxico que daña nuestro cuerpo ya sea que se ingiera en grandes o en pequeñas dosis. Por eso la única conducta sensata es la abstinencia completa, tal como lo aconseja el antiguo proverbio bíblico.

“No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente, más al fin como serpiente morderá y como áspid dará dolor” (Proverbios 23:31, 32)

 

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NUTRICION, DIETA Y SALUD-ELEMENTOS QUE INTERVIENEN–parte 82-

 ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA NUTRICION –parte 81-

                 

SUPLEMENTOS ALIMENTARIOS NATURALES-parte 4-

ACEITE DE PESCADO

El aceite de pescado es una fuente de ácidos grasos esenciales omega-3.  El salmón, la caballa, el menhaden (especie de sábalo), el arenque y las sardinas son buenas fuentes de aceite de pescado porque su contenido de grasa es mayor y proporcionan más factores omega-3 que otros pescados. 

Por ejemplo, 4 onzas de salmón contienen hasta 3.600 mg de ácidos grasos omega-3, mientras que 4 onzas de bacalao (un pescado bajo en grasa) contiene solamente 300 mg.

El aceite de hígado de bacalao de Noruega es el aceite de pescado más utilizado, y su sabor es más suave que el de otras variedades.  El autor Dale Alexander afirma que es excelente para la artritis.

El ha comercializado un aceite que contiene 13.800 unidades internacionales de vitamina A y 1.380 unidades internacionales de vitamina D por cucharada. 

Sin embargo, no recomendamos depender del aceite de hígado de bacalao como fuente de ácidos grasos esenciales, porque sería necesario tomar dosis excesivamente altas de vitamina A y D para obtener la cantidad de ácidos grasos que se requieren.

Las personas diabéticas no deben tomar suplementos de aceite de pescado por su alto contenido de grasa; no obstante deben consumir pescado por sus ácidos grasos esenciales.

ACEITE DE PRIMROSE

El aceite de primrose (conocido como aceite de evening primrose) contiene entre 9 y 10 por ciento de gammalinolenic acid (GLA). Se sabe que este ácido graso previene el endurecimiento de las arterias, las enfermedades del corazón, el síndrome premenstrual (PMS), la esclerosis múltiple y la hipertensión arterial. 

También alivia el dolor y la inflamación, favorece la liberación de hormonas sexuales (entre ellas estrógeno y testosterona), ayuda a reducir el colesterol y es beneficioso para la cirrosis hepática.

Muchas mujeres han descubierto que los suplementos de aceite de primrose mitigan los molestos síntomas de la menopausia, como las oleadas de calor. 

Debido a que estimula la producción del estrógeno, las mujeres que tienen  cáncer de seno relacionado con el estrógeno deben evitar o limitar el consumo de aceite de primrose. Un buen sustituto es el aceite de semilla de black currant.

ACEITE DE SEMILLA DE UVA

Entre las muchas fuentes naturales de ácidos grasos esenciales, el aceite de semilla de uva es una de las más ricas en ácido linoleico, y una de las más pobres en grasas saturadas.  No contiene ácido trans-fatty, colesterol ni sodio.

Su sabor suave y parecido al de la nuez realza el gusto de muchos alimentos.  A diferencia de la mayoría de los demás aceites, este puede calentarse a temperaturas hasta de 485 grados F sin que se produzcan radicales libres peligrosos y potencialmente cancerígenos. 

Por estas características es práctico para cocinar.  Pero sólo se debe utilizar aceite de semilla de uva prensado en frio y sin preservativos, como el Salute Sante Grapeseed Oil, de Lifestar International.

Continúa en parte 83  

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