MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 78-
EL ODIO Y LA VENGANZA. Cuando el hombre quebrantó la Ley divina, llegó a estar en armonía con Satanás. -parte 1-
EL PENSAMIENTO ENGENDRA EL HECHO: El espíritu de odio y venganza tuvo origen en Satanás, y lo llevó a dar muerte al Hijo de Dios. Quienquiera que abrigue malicia u odio, abriga el mismo espíritu; y su fruto será la muerte. En el pensamiento vengativo yace latente la mala acción, así como la planta yace en la semilla.
“Todo aquél que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él” (1 Juan 3:15)
LA HISTORIA DEL MUNDO: CONFLICTO ENTRE EL ODIO Y EL AMOR: La enemistad de Satanás contra Cristo se ensañó con los discípulos del Salvador. En toda la historia puede verse el mismo odio a los principios de la Ley de Dios, la misma política de engaño, mediante la cual se hace aparecer el error como si fuese la verdad, se hace que las leyes humanas substituyan las leyes de Dios, y se induce a los hombres a adorar a las criaturas antes que al Creador.
Los esfuerzos de Satanás para desfigurar el carácter de Dios, para dar a los hombres un concepto falso del Creador y hacer que lo consideren con temor y odio más bien que con amor, sus esfuerzos para suprimir la Ley de Dios, y hacer creer al pueblo que no está sujeto a las exigencias de ella, sus engaños, han seguido con rigor implacable. Se pueden ver en la historia de los patriarcas, de los profetas y apóstoles, de los mártires y reformadores.
LA TRANSGRESIÓN PUSO AL HOMBRE EN ARMONÍA CON SATANÁS: Cuando el hombre quebrantó la Ley divina, su naturaleza se hizo mala y llegó a estar en armonía y no en divergencia con Satanás.
EXISTIRA ODIO MIENTRAS EXISTA PECADO: El odio a los principios puros de la verdad, las acusaciones y persecuciones contra sus defensores, existirán mientras existan el pecado y los pecadores. Los discípulos de Cristo y los siervos de Satanás no pueden congeniar.
EL REPROCHE PRODUCE ODIO: El mismo espíritu que fomentara la rebelión en el cielo, continúa inspirándola en la tierra. La represión del pecado despierta aún el espíritu de odio y resistencia.
Cuando los mensajeros que Dios envía para amonestar tocan la conciencia, Satanás induce a los hombres a que se justifiquen y a que busquen la simpatía de otros en su camino de pecado. En lugar de enmendar sus errores, despiertan la indignación contra el que los reprende, como si éste fuera la única causa de la dificultad.
LA ENVIDIA ES CAUSA DE ODIO: ¡Cuánto daño indecible ha producido en nuestro mundo este mal rasgo de carácter! La envidia es hija del orgullo, y si se la abriga en el corazón, conducirá al odio, y eventualmente a la venganza y al homicidio.
UNA EMOCION PECAMINOSA: La Ley de Dios toma en cuenta los celos, la envidia, el odio, la malignidad, la venganza, la concupiscencia y la ambición que agitan el alma, pero no han hallado expresión en acciones externas porque ha faltado la oportunidad aunque no la voluntad. Y se demandará cuenta de esas emociones pecaminosas en el día cuando
“Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala” (Ecles.12:14)
(Elena White)
Continúa en parte 79