MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 152-
LOS PENSAMIENTOS Y SU INFLUENCIA.Los pensamientos deben ser disciplinados. Debemos controlar la mente para que trabaje en la dirección debida. -parte 1-
“Cual es su pensamiento en su corazón, tal es él” (Prov. 23:7).
LOS PENSAMIENTOS FORMAN EL CARÁCTER: Muchos pensamientos forman la historia no escrita de un solo día, y tienen mucho que ver con la formación del carácter. Debemos vigilar estrictamente nuestros pensamientos, pues un pensamiento impuro deja profunda impresión en el alma. Un pensamiento malo deja una mala impresión en la mente.
Si los pensamientos son puros y santos el hombre mejora por haberlos acariciado. Aceleran el pulso espiritual y aumentan el poder para hacer el bien. Y así como una gota de lluvia prepara el camino para otra en el humedecimiento de la tierra, un buen pensamiento prepara el camino para otro.
ELIJAMOS LOS TEMAS DE LOS PENSAMIENTOS: Está al alcance de todos escoger los temas que han de ocupar los pensamientos y amoldar el carácter.
SE REQUIERE UN ESFUERZO PERSONAL: Nadie, fuera de nosotros, puede controlar nuestros pensamientos. En la lucha por alcanzar las normas más elevadas, el éxito o el fracaso dependerá mucho del carácter, y de la manera como se disciplinen los pensamientos.
Si los pensamientos están bien controlados, como Dios ha enseñado que se controlen cada día, se fijarán en aquellos temas que nos ayudarán a obtener una mayor devoción. Si son correctos, entonces como resultado, las palabras también serán correctas; las acciones serán de tal carácter que traerán gozo y consuelo a las almas.
HAY QUE ADIESTRAR LOS PENSAMIENTOS: Los pensamientos deben ser disciplinados. Debemos controlar la mente para que trabaje en la dirección debida, y según las órdenes emanadas de planes bien formados. De esta manera, cada paso que se de será hacia el progreso, y ningún esfuerzo o tiempo se perderá en seguir ideas vanas y planes trazados al azar.
Debemos considerar el blanco y el objeto de la vida, y siempre mantener en vista propósitos dignos. Los pensamientos debieran disciplinarse cada día y mantenerse a punto, como la brújula al polo. Toda persona debiera tener blancos y propósitos, y luego hacer que cada pensamiento y acción contribuyan al cumplimiento de aquello que se ha propuesto.
Los pensamientos deben ser controlados. Debe haber una firmeza de propósito para realizar lo que se ha emprendido.
COMO ADIESTRAR LOS PENSAMIENTOS: La verdadera disciplina de la vida depende de cosas pequeñas. El adiestramiento de los pensamientos es esencial. El adiestramiento del corazón, el control de los pensamientos en cooperación con el Espíritu Santo, pondrá nuestras palabras bajo control.
Esto es verdadera sabiduría, y le asegurará paz mental y contentamiento. Habrá gozo en la contemplación de las riquezas de la gracia de Dios.
LOS PENSAMIENTOS CORRECTOS NO SURGEN NATURALMENTE: Delante de cada uno de nosotros hay una obra ferviente que hacer. Los pensamientos correctos, los propósitos puros y santos no nos surgen naturalmente. Tenemos que luchar por ellos.
LOS PENSAMIENTOS CAUTIVOS: Si se pone la vida bajo el control de la verdad, su poder será ilimitado. Los pensamientos estarán sujetos a Jesucristo. Del tesoro del corazón se extraen palabras apropiadas y adecuadas. En forma especial deberíamos guardar nuestras palabras. Al escribirle a Timoteo, Pablo dijo:
”Retén la forma de las sanas palabras que de mi oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros” (2 Tim.1:13,14)
Elena White
Continúa en parte 153
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