MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 139-
LAS DUDAS. En vez de ponerse en armonía con los puros principios del Evangelio, encuentran faltas y condenan precisamente los medios que Dios ha elegido para preparar a un pueblo que esté en pie en el día del Señor. –parte 4-
UNA PALABRA DE DUDA DA LUGAR A MUCHAS MAS: Una sola palabra de duda, o relativa a malos pensamientos y malas expresiones, da lugar a muchas más de la misma clase. Es la siembra de una semilla que dará lugar a una cosecha que nadie tendrá interés en levantar.
LAS SEMILLAS DE LA DUDA YACEN OCULTAS: Los que están perturbados por las dudas y tienen dificultades que no pueden resolver, no deberían arrojar a otras mentes débiles en las mismas perplejidades. Algunos han sugerido su incredulidad, han hablado acerca de ella, y la han transmitido a otros sin darse cuenta del efecto que esto produce.
En algunos casos las semillas de incredulidad han producido un efecto inmediato, mientras que en otros han permanecido sepultadas por mucho tiempo, hasta que el individuo ha asumido una conducta equivocada y le ha dado lugar al enemigo, se le ha quitado la luz de Dios y ha caído bajo las poderosas tentaciones de Satanás. Entonces las semillas de incredulidad, que habían sido sembradas hacia tanto tiempo, comienzan a germinar.
Satanás las cultivó, y dieron fruto. Todo lo que provenga de los ministros que deberían estar en la luz, ejerce una poderosa influencia. Y cuando no permanecen en la clara luz de Dios, Satanás los usa como instrumentos suyos, y lanza sus dardos de fuego en medio de ellos hacia las mentes que no están preparadas para resistir lo que estaban recibiendo de sus ministros.
NUESTRO DEBER ES CREER: Crean que la palabra de Dios no fallará, sino que el que prometió es fiel. Es deber de Uds. creer que Dios cumplirá su palabra y perdonará sus pecados, tanto como lo es el confesarlos. Deben ejercer fe en Dios como en alguien que hará justamente lo que ha dicho, a saber, perdonarles todas sus transgresiones.
¿Cómo podemos saber que el Señor es realmente nuestro Salvador, que perdona nuestros pecados, y así experimentar profundamente su bendición, la gran gracia y el amor que ha asegurado a los de contrito corazón, a menos que creamos cabalmente en su palabra?
Oh, cuántos hay que andan dolientes, pecando y arrepintiéndose, siempre bajo una nube de condenación. No creen en la palabra del Señor. No creen que obrará como lo ha dicho.
EL AMOR AL PECADO ES LA CAUSA DE LA DUDA: Disfráceselo como se quiera, el amor al pecado es casi siempre la causa real de la duda y el escepticismo. Las enseñanzas y restricciones de la Palabra de Dios no agradan al corazón orgulloso, amante del pecado; y los que no quieren obedecer sus mandamientos, fácilmente dudan de su autoridad.
Para llegar al conocimiento de la verdad, debemos tener un deseo sincero de conocer la verdad, y buena voluntad en el corazón para obedecerla. Todos los que estudien la Biblia con este espíritu, encontrarán abundante evidencia de que es la Palabra de Dios y pueden obtener un conocimiento de sus verdades que los hará sabios para la salvación.
FOMENTADAS POR QUIENES NO CAMINAN RECTAMENTE: La duda y la incredulidad son fomentadas por los que no caminan rectamente. Son penosamente conscientes de que su vida no soportarán la prueba del Espíritu de Dios, ya sea hablando mediante su Palabra, o mediante los testimonios de su Espíritu que los llevarían a su Palabra.
En vez de comenzar con su propio corazón y ponerse en armonía con los puros principios del Evangelio, encuentran faltas y condenan precisamente los medios que Dios ha elegido para preparar a un pueblo que esté en pie en el día del Señor. (Elena White)
Continúa en parte 140
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