DOCTRINA DE LOS ACONTECIMIENTOS FINALES
EL MILENIO Y EL FIN DEL PECADO– Su nombre es “Rey de reyes y Señor de señores” y sorprenderá a las naciones rebeldes del mundo. “…fueron muertos con la espada que salía de la boca” –parte 2-
LOS ENEMIGOS DE CRISTO SON EJECUTADOS. Cristo comparó su regreso con lo que sucedió en ocasión de Diluvio y la destrucción de Sodoma y Gomorra (Mat.24: 37-39; Luc.17: 28-30). Su comparación señala dos puntos:
- 1. que la destrucción que vino tomó de sorpresa a los malos, y
- 2. que lo que vino fue destrucción – el Diluvio “se los llevó a todos” (Mat.24:39). El fuego y el azufre que llovió sobre Sodoma “los destruyó a todos” (Luc.17:29); véase también (Mat.13: 38-40).
En su segunda venida, Cristo descenderá del cielo cabalgando en un caballo blanco con sus ejércitos; su nombre es “Rey de reyes y Señor de señores” y sorprenderá a las naciones rebeldes del mundo. Después la bestia y el falso profeta serán destruidos, y “los demás” seguidores de Satanás morirán y no habrá sobrevivientes, porque”fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba a caballo, y todas las aves se saciaron de la carne de ellos” (Apoc.19:21; Isa. 26:21)
LA TIERRA QUEDA DESOLADA. Por cuánto los justos ascienden para estar con el Señor y los malos son destruidos en el momento de su venida, la tierra queda deshabitada. La Escritura describe esta situación por medio del profeta Jeremías que dijo “Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz. Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. Miré y no había hombre y todas las aves del cielo se habían ido”. El uso de esta terminología indica que la tierra quedará tan caótica como estaba al principio de la creación.
SATANÁS ES ATADO. Los sucesos que ocurrirán en esa época fueron vislumbrados en el rito del chivo emisario del día de la expiación en el servicio del santuario de Israel. En el día de la expiación el sumo sacerdote purificaba el santuario con la sangre expiatoria del macho cabrío del Señor. Sólo después de completar esta expiación comenzaba el rito que incluía a Azazel, el macho cabrío que simbolizaba a Satanás. Colocando sus manos sobre su cabeza, el sumo sacerdote confesaba “sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío” (Lev.16:21). Luego, el macho cabrío era enviado al desierto, “a tierra inhabitada” (Lev.16.22).
En forma similar, Cristo, en el Santuario Celestial, ha estado ministrando los beneficios de SU expiación completada para su pueblo; a su regreso los redimirá y les dará vida eterna. Cuando haya completado esta obra de redención y purificación del Santuario Celestial, colocará los pecados de su pueblo sobre Satanás, el originador e instigador del mal. En ninguna forma se puede decir que Satanás expía los pecados de los creyentes–Cristo ya lo ha hecho completamente. Pero Satanás debe llevar la responsabilidad de todo el pecado que ha causado a los que son salvados. Y así como el macho cabrío era enviado a la tierra deshabitada, Dios desterrará a Satanás a la tierra desolada y vacía.
La visión del milenio que tuvo Juan, presenta en forma viva la desaparición de Satanás. El vio que al principio de los mil años el “dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás” era encadenado y confinado al abismo (Apoc.20:3).
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