MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD –parte 221-
LA SALUD MENTAL. En la contemplación reverente de las verdades de la Palabra, la mente entra en comunión con la Mente infinita. Un estudio tal purifica y ennoblece el carácter, amplia y fortalece las facultades mentales. –parte 2-
EL PODER DEL AUTOENGAÑO: Terrible es el poder del engaño en la mente humana.
LA MENTE TIENE PODER DE DISCRIMINAR: La mente humana está dotada de poder para discriminar entre lo bueno y lo malo. Dios quiere que los hombres no decidan por impulso, sino por el peso de la evidencia, comparando cuidadosamente un pasaje de la Escritura con otro.
Si los judíos hubiesen puesto a un lado los perjuicios y comparado la profecía escrita con los hechos que caracterizaban la vida de Jesús, habrían percibido una hermosa armonía entre las profecías y su cumplimiento en la vida y el ministerio del humilde galileo.
LAS MENTES DISCIPLINADAS TIENEN MAYOR PODER DE RETENCION: Los hábitos de negligencia deber ser resueltamente vencidos. Muchos piensan que es suficiente excusa para sus mayores errores el invocar su mente olvidadiza.
Entonces debieran disciplinar su mente para que sea retentiva. Si adquirimos hábito de negligencia, puede ser que descuidemos la salvación de nuestra propia alma y al fin no estaremos preparados para el reino de Dios.
LA MENTE SE ADAPTA A LAS DIMENSIONES DE LO FAMILIAR: Es una ley de la mente que se estreche o se expanda de acuerdo con las dimensiones de las cosas con las cuales llega a familiarizarse.
Las facultades mentales con toda seguridad se reducirán y perderán su capacidad de captar el profundo significado de la Palabra de Dios, a menos que se las ponga vigorosa y persistentemente a cumplir la tarea de investigar la verdad.
LA MENTE SE ADAPTA A AQUELLO EN LO CUAL SE ESPACIA: Una ley del intelecto humano hace que se adapte gradualmente a las materias en las cuales se le enseña a espaciarse. Si se dedica solamente a asuntos triviales, se atrofia y se debilita. Si no se le exige que considere problemas difíciles, con el tiempo pierde su capacidad de crecer.
Como instrumento educador la Biblia no tiene rival. En la Palabra de Dios, la mente halla temas para la meditación más profunda y las aspiraciones más sublimes. La Biblia es la historia más instructiva que posean los hombres.
Proviene directamente de la fuente de verdad eterna, y una mano divina ha conservado su integridad y pureza a través de los siglos.
En ella se desarrollan los grandes problemas del deber y el destino. Se levanta la cortina que separa al mundo visible del mundo invisible, y presenciamos el conflicto de las fuerzas encontradas del bien y del mal, desde la entrada del pecado hasta el triunfo final de la rectitud y de la verdad: y todo ello no es sino una revelación del carácter de Dios.
En la contemplación reverente de las verdades presentadas en su Palabra, la mente del estudiante entra en comunión con la Mente infinita. Un estudio tal no sólo purifica y ennoblece el carácter, sino que inevitablemente amplia y fortalece las facultades mentales.
NOS TRANSFORMAMOS POR LA CONTEMPLACION: Hay una ley de la naturaleza intelectual y espiritual según la cual modificamos nuestro ser mediante la contemplación. La inteligencia se adapta gradualmente a los asuntos en que se ocupa. Se asimila lo que se acostumbra a amar y a reverenciar.
Jamás se elevará el hombre a mayor altura que la de su ideal de pureza, de bondad o de verdad. Si se considera a si mismo como el ideal más sublime, jamás llegará a cosa más exaltada.
Sólo la gracia de Dios puede elevar al hombre. Si depende de sus propios recursos, su conducta empeorará inevitablemente.
Elena White
Continúa en parte 222
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