MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 172-
PSICOLOGIA PRÁCTICA-parte 9-
INFLUENCIAS NEGATIVAS DE LA MENTE: Cristo no vino a nuestro mundo a echar en cara a la gente el hecho de que estaba equivocada. El quiere llevar la luz a un pueblo engañado, con amor.–parte1-
DEJEMOS LA COSTUMBRE DE BUSCAR FALTAS: Deberíamos extirpar de nuestros pensamientos toda queja y toda crítica. No sigamos mirando los defectos que podamos ver.
Si podemos mantenernos al lado de Dios, debemos continuar contemplando las grandes y preciosas cosas que Dios derrama sobre nosotros. Y en esta contemplación, nuestras mentes se fijarán tanto en estas cosas que implican intereses eternos, que no tendremos deseos de encontrar los errores de los demás.
LA TENDENCIA A RECORDAR LO NEGATIVO: Debemos aprender a interpretar de la mejor manera posible la conducta dudosa de los otros. Si siempre estamos sospechando el mal, corremos el peligro de crear lo que nos induzca a sospechar.
No podemos vivir sin que algunas veces nuestros sentimientos sean heridos y nuestro temperamento probado. Pero como cristianos debemos ser pacientes, indulgentes, humildes y mansos como queremos que otros sean. ¡Cuantos miles de buenos actos y obras de bondad recibimos, mientras los daños imaginarios o reales dejan una impresión que casi es imposible de borrar!
El mejor ejemplo que podemos dar a los demás consiste en ser rectos nosotros, y luego dejarnos a nosotros y a nuestra reputación con Dios, y no manifestar demasiada ansiedad por corregir toda mala impresión y presentar nuestro caso en una luz favorable.
LA IMAGEN QUE ESTUDIAMOS CAMBIA NUESTRAS VIDAS: Todo lo que nos induzca a ver la debilidad de la humanidad, según el propósito de Dios debe servir para ayudarnos a contemplarlo a El, y en ningún caso confiar en el hombre.
Nosotros estamos formados a la imagen de aquellos a quienes contemplamos. Entonces, ¡cuán importante es abrir nuestros corazones a las cosas que son verdaderas, amables y de buen nombre!
RECORDEMOS LA FRAGILIDAD HUMANA: En nuestro trato con el prójimo debemos considerar que ellos tienen las mismas pasiones que nosotros, que sienten idénticas debilidades y sufren de iguales tentaciones. Ellos, como nosotros, tienen que luchar con la vida para mantener su integridad.
La verdadera cortesía cristiana une y perfecciona; la justicia y la cortesía, la misericordia y el amor forman los sentimientos, dándole al carácter los toques más delicados.
NO LEVANTEMOS BARRERAS: El Señor quiere que su pueblo siga métodos diferentes del de condenar lo malo, aún cuando la condenación sea justa. El quiere que hagamos algo más que lanzar contra nuestros adversarios acusaciones que no hacen sino alejarlos más de la verdad.
La obra que Cristo vino a hacer en nuestro mundo no consistía en erigir vallas y echar constantemente en cara a la gente el hecho de que estaba equivocada. El que quiere llevar la luz a un pueblo engañado debe acercársele y trabajar por él con amor.
VENZAMOS LA HIPERSENSIBILIDAD: Muchas personas tienen una sensibilidad aguda y no santificada que las mantiene constantemente alerta en busca de alguna palabra, mirada o acción que puedan considerar como una falta de respeto y aprecio. Todo esto debe vencerse.
Cada uno debe proseguir adelante en el temor de Dios, haciendo lo mejor que pueda sin ser perturbado por la alabanza ni ofendido por la censura, sirviendo a Dios fervientemente, y aprendiendo a interpretar en la forma más favorable todo lo que en los demás parezca ofensivo.
Elena White
Continúa en parte 173
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