MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 75-
EL MODO CORRECTO DE PENSAR. Si queremos, podemos apartarnos de todo lo vulgar y degradante y elevarnos hasta un alto nivel, donde gozaremos del respeto de los hombres y del amor de Dios–parte1-
LA CAPACIDAD DE PENSAR ES UN DON DE DIOS: La mente es algo que Dios nos ha confiado. Hay que cultivar las facultades de la mente. Hay que usarlas con tanta sabiduría que aumenten en fortaleza. Cada cual debería usar los talentos que se le han confiado de manera que hagan el mayor bien posible.
Se debe educar la mente de tal manera que aparezcan las mejores energía del alma y se desarrolle cada facultad. No deberíamos conformarnos con una norma inferior. Deberíamos avanzar de una línea de progreso hacia otra.
LA MENTE DEBE SER ADIESTRADA: La mente es la mejor posesión que tenemos; pero debe ser adiestrada en la escuela de Cristo, el mejor y verdadero educador que el mundo ha conocido, mediante el estudio, la reflexión y el aprendizaje. El obrero cristiano debe crecer.
Debe edificar el carácter para que sea útil; debe adiestrarse a fin de soportar dificultades y ser sabio en la planificación y ejecución de la obra de Dios. Debe ser un hombre puro mentalmente y en su conversación, alguien que se abstenga de toda apariencia de mal y que no de ocasión a la crítica por causa de sus maneras descuidadas. Debe ser de corazón veraz; en sus labios no se debe hallar engaño.
Debemos adiestrar la mente, la lengua, los pensamientos, todo lo que hay en nosotros para poder aferrarnos a Jesucristo. Cada facultad de la mente…demuestra que Dios destinó nuestras facultades a ser ejercitadas, no a permanecer inactivas.
EL PENSAMIENTO CORRECTO ES NUESTRA UNICA SEGURIDAD: La única seguridad para el alma consiste en pensar bien, pues acerca del hombre se nos dice:
“Cual es su pensamiento en su alma, tal es él” (Prov.23:7)
El poder del dominio propio se acrecienta con el ejercicio. Lo que al principio parece difícil, se vuelve fácil con la práctica, hasta que los buenos pensamientos y acciones llegan a ser habituales. Si queremos, podemos apartarnos de todo lo vulgar y degradante y elevarnos hasta un alto nivel, donde gozaremos del respeto de los hombres y del amor de Dios.
EL PENSAMIENTO CRISTOCENTRICO: Nuestro último pensamiento de la noche y nuestro primer pensamiento de la mañana debieran dirigirse a Aquél en quien se centra nuestra esperanza de vida eterna.
HAY QUE DESARROLLAR LO POSITIVO: El carácter positivo y enérgico, sólido y fuerte que manifestó Cristo, debe desarrollarse en nosotros, mediante la misma disciplina que El soportó. Y a nosotros se nos ofrece la gracia que El recibió.
EL ESFUERZO DEBE SER PROPORCIONADO AL OBJETO QUE SE PERSIGUE: Los pensamientos deben concentrarse en Dios. Debemos dedicar nuestro esfuerzo más enérgico a dominar las malas tendencias del corazón natural.
Nuestros esfuerzos, nuestra abnegación y perseverancia deben corresponder al valor infinito del objeto que perseguimos. Solo venciendo como Cristo venció podremos ganar la corona de vida.
PENSEMOS POR NOSOTROS MISMOS: Si nos permitimos que otros piensen por nosotros, nuestras energías se paralizarán y nuestras habilidades disminuirán. Hay muchos cuyos intelectos se empequeñecen porque piensan sólo en temas comunes. Deberían luchar con problemas que lo obliguen a pensar y que le exijan el uso de las mejores facultades de su mente.
(Elena White)
Continúa en parte 76
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