MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 68-
CONFLICTO Y CONFORMIDAD. A los que estén menos ligados a las ideas del mundo y más separados de la ostentación, la vanidad y el deseo de ocupar cargos elevados…a éstos el Señor les revelará el significado de su Palabra.–parte 3-
LA COSTUMBRE ESTA EN GUERRA CON LA NATURALEZA: Nuestra civilización artificial fomenta males que anulan los sanos principios. Las costumbres y modas están en pugna con la naturaleza. Las prácticas que imponen, y los apetitos que alientan, aminoran la fuerza física y mental y echan sobre la humanidad una carga insoportable. Por doquiera se ven intemperancia y crímenes, enfermedad y miseria.
SEPARADOS DE LAS COSTUMBRES DEL MUNDO: Así como Dios dio a conocer su voluntad a los cautivos hebreos, que se habían apartado de las costumbres y prácticas de un mundo que yacía en maldad, comunicará el Señor la luz del cielo a todos los que aprecien un “Así dice Jehová”.
A ellos les comunicará su mensaje. A los que estén menos ligados a las ideas del mundo y más separados de la ostentación, la vanidad y el deseo de ocupar cargos elevados, a los que se ponen de pie para ser su pueblo peculiar, celoso de buenas obras; a éstos les revelará el significado de su palabra.
LAS RAZONES DE LA INCONFORMIDAD (un mensaje a los creyentes) ¿Por qué hay tantas familias desprovistas del Espíritu de Dios? ¿Por qué hay tantas familias que tienen tan poco de la vida, el amor y la semejanza de Jesucristo?
Se debe a que no conocen a Dios. Si conocieran al Señor, si lo contemplaran por fe por medio de Jesucristo, que vino a este mundo a morir por el hombre, verían tan inmaculados encantos en el Hijo que al contemplarlo se transformarían a su misma imagen.
LOS PRINCIPIOS DE LA VERDAD DEBEN CIRCULAR POR LA CORRIENTE VITAL: Podemos impedir la conformidad con el mundo aferrándonos a la Verdad, alimentándonos de la Palabra de Dios, de modo que sus principios circulen por toda la corriente vital e impriman esta Palabra en el carácter. Cristo nos exhorta por medio del apóstol Juan:
“No améis el mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” (1 Juan 2:15)
Este es un lenguaje claro, pero es la medida de Dios para el carácter del ser humano.
(Elena White)
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