LAS PROMESAS DE LA BIBLIA-parte 3-
ALIMENTO Y VESTIDO
Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado. (Joel 2:26)
El da en tu territorio la paz; Te hará saciar con lo mejor del trigo. (Salmo 147:14)
Ha dado alimento a los que le temen; Para siempre se acordará de su pacto. (Salmo 111:5)
El justo come hasta saciar su alma; Más el vientre de los impíos tendrá necesidad. (Proverbios13:25)
Bendeciré abundantemente su provisión; A sus pobres saciaré de pan. (Salmo132:15)
No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. (Mateo 6:31, 32)
ALTIVEZ
Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu. (Proverbios 16:18)
¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos! (Isaías 5:21)
¿Ha visto hombre sabio en su propia opinión? Más esperanza hay del necio que de él. (Proverbios 26:12)
Mira a todo soberbio, y humíllalo, Y quebranta a los impíos en su sitio. (Job 40:12)
Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y pensamiento de impíos, son pecado. (Proverbios 21:4)
Reprendiste a los soberbios, los malditos, Que se desvían de tus mandamientos. (Salmo 119:21)
El altivo de ánimo suscita contiendas; Más el que confía en Jehová prosperará. El que confía en su propio corazón es necio; Más el que camina en sabiduría será librado. (Proverbios 28:25, 26)
Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; más Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación. (Lucas 16:15)
El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco. (Proverbios 8:13)
Alábete el extraño, y no tu propia boca; El ajeno, y no los labios tuyos. (Proverbios 27:2)
Más el que se gloría, gloríese en el Señor; porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba. (2 Corintios 10:17, 18)
¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único? (Juan 5:44)
Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos. (Marcos 9:35)