ESPERANZA EN LA PALABRA-JESÚS LA UNICA ESPERANZA-parte 38-
¡CUIDADO CON LA TIRANÍA DEL ESTOMAGO!-parte 1-
SALUD Y NUTRICION
“NUESTRO PELIGRO NO RADICA EN LA ESCASEZ, SINO EN LA ABUNDANCIA. ESTAMOS SIEMPRE TENTADOS A LOS EXCESOS”.
SILVIA sufría de un acceso de bulimia, que la movía al “atracón”, para luego vomitar y sentirse culpable. De esa manera repetía un circuito de conductas que la sometía durante los últimos dos años de edad. Silvia tenía un acompañamiento terapéutico durante las 24 horas del día, ésto es, a su lado había un profesional de la salud mental que cumplía la función de control que ella no podía realizar debido a su débil y frágil voluntad. Como el caso de Silvia, en la actualidad millones de adolescentes y adultos tienen problemas con el comer, ya sea porque lo hacen en exceso-la bulimia- o porque evitan ingerir alimentos o lo hacen en forma insuficiente-la anorexia-.
La Biblia describe el origen de todos los males. Fue cuando Eva cayó bajo la seducción del apetito, al comer el fruto prohibido (ver Génesis 3:1-7). También para la psicología el origen de las primeras actitudes y conductas se inician en la boca, en la llamada fase oral. A través de la boca el bebé toma contacto con el mundo exterior y construye sus primeras modalidades de relaciones y de conductas. En otras palabras, el acto de comer o la “oralidad” es la matriz fundadora del comportamiento posterior, porque a partir de esas primeras formas de satisfacción o de insatisfacción oral se moldean las reacciones o comportamientos básicos. Hay personas que han quedado “fijadas” por esa etapa oral -por no haberla podido resolver adecuadamente-, viven para comer, no comen para vivir. Diríamos que viven bajo la tiranía del estómago.
Elena White, al abordar el tema de la temperancia, ha dicho que: “Hay solamente unos pocos que hasta ahora han sido despertados lo suficientemente como para entender cuánto tienen que ver sus hábitos relativos al régimen alimenticio con su salud, su carácter, su utilidad en este mundo, y su destino eterno” (Consejos sobre el régimen alimenticio –pág. 32).
El “destino eterno” depende del carácter o la personalidad y ésta se construye sobre la base de los hábitos, y como hemos dicho, el hábito clave es el control del apetito. Para Elena White el problema principal de la conducta alimentaria es la tentación del exceso. ¿Qué significa eso? El exceso es no respetar los límites, cruzar la raya, salirse de lo correcto.
Ahora, bien, ¿Cuáles son los límites del comer? Se los puede sintetizar en dos principios básicos:
- · 1. Abstenerse de lo malo.
- · 2. Ser moderado en el uso de lo bueno.
Se transgreden las leyes de la salud cuando se toman bebidas alcohólicas, se consumen drogas estimulantes o se comen productos nocivos (por ejemplo, carnes indigestas o alimentos con demasiada grasa o sal).
Esta es la primera regla, la ley de la abstinencia, evitar todo aquello que es perjudicial para el organismo.
La segunda regla es la ley de la prudencia. Esto es, ser equilibrado y sobrio, ingerir la cantidad de alimento necesario para la subsistencia; lo que pase más allá –o más acá- de esa medida, entra en el exceso. Es tan excesivo el obeso, con sobreabundancia de grasa, como el anoréxico, el enfermo por no comer.
En síntesis, los dos principios que deben regir la conducta alimentaria –la abstinencia y la prudencia- responden en última instancia a un solo poder, el control. Ahora bien el control puede ser ejercido por la fuerza de voluntad del sujeto ésto es, el autocontrol- o puede ser manejado por otras fuerzas que no están bajo la conciencia de la persona, como son el apetito exacerbado, las compulsiones, la ansiedad, la angustia, los placeres o las pasiones. En este caso la persona ha perdido el control y se vuelve esclava de la tiranía del estómago.
UN MODELO DE INTEGRIDAD
Continúa en parte 39
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