LA VERDAD ACERCA DE LOS ANGELES-RESPUESTAS FIRMEMENTE BASADAS EN LA PALABRA DE DIOS—parte 26-
LOS ÁNGELES ANTES Y DESPUÉS DEL DILUVIO-parte 1-
EL PLAN DE SALVACIÓN EXPLICADO MAS AMPLIAMENTE
Los ángeles se comunicaron con Adán después de su caída y le informaron acerca del plan de salvación; la raza humana tenía posibilidades de ser redimida. (SG)
Los ángeles informaron a Adán que así como su transgresión había acarreado muerte y ruina, la vida y la inmortalidad aparecerían como resultado del sacrificio de Cristo. (HR-pág.49)
El huerto del Edén permaneció en la tierra mucho tiempo después que el hombre fuera expulsado de sus agradables senderos. Durante mucho tiempo después, se le permitió a la raza caída contemplar de lejos el hogar de la inocencia, cuya entrada estaba vedada por los vigilantes ángeles. (PP-46)
CULTOS CELEBRADOS FRENTE A LA PUERTA GUARDADA POR LOS QUERUBINES
A la puerta del paraíso guardada por querubines, se manifestaba la gloria de Dios, y allí iban los primeros adoradores a levantar sus altares y a presentar sus ofrendas. Allí era donde Caín y Abel habían llevado sus sacrificios y Dios había condescendido a comunicarse con ellos.
El escepticismo no podía negar la existencia del Edén mientras estaba a la vista, con su entrada vedada por los ángeles custodios. El orden de la creación, el objeto del huerto, la historia de sus dos árboles tan estrechamente ligados al destino del hombre, eran hechos indiscutibles; y la existencia y suprema autoridad de Dios, la vigencia de su ley, eran verdades que nadie pudo poner en tela de juicio mientras Adán vivía. (PP-70-71)
A estos hermanos (Caín y Abel) se les había enseñado todo lo concerniente a la provisión hecha para la salvación de la raza humana. Se les requirió que pusieran en práctica un sistema basado en la humilde obediencia que manifestaran reverencia hacia Dios y su fe y su dependencia en el Redentor prometido, por medio de la muerte de los primogénitos del rebaño y la presentación solemne de ellos junto con su sangre como holocausto ofrecido al Señor.
Caín no estaba dispuesto a seguir estrictamente el plan de obedecer y conseguir un cordero para ofrecerlos con los frutos de la tierra. Simplemente tomó lo de la tierra y pasó por alto el requerimiento de Dios. Abel aconsejó a su hermano que no se presentara delante del Señor sin la sangre de los sacrificios. Caín, puesto que era el mayor, no quiso escuchar a su hermano.
Abel trajo los primogénitos de su rebaño, y de los mejores, como Dios lo había ordenado; y con humilde reverencia presentó su ofrenda con plena fe en el Mesías venidero. Dios la aceptó. Caín no vio manifestación alguna de que la suya hubiera sido aceptada. Se airó con el Señor y con su hermano.
Este le preguntó por qué estaba enojado, y le informó que si obraba bien y seguía las indicaciones que Dios le había dado, el Señor lo aceptaría y apreciaría su ofrenda. Pero que si no se sometía humildemente a los planes de Dios, y no creía ni le obedecía, ésta no podría ser aceptada. Pero aún después de haber sido instruido, Caín no se arrepintió. Impulsado por sus celos y odio contendió con Abel y lo cubrió de reproches. Mientras Abel justificaba el plan de Dios, Caín se enojó, y su odio creció y ardió contra Abel hasta que en un arrebato de ira le dio muerte. (HR-54-56)
ADAN Y LOS ÁNGELES INSTRUYERON A LOS ANTEDILUVIANOS
Continúa en parte 27
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