DOCTRINA DE LA VIDA CRISTIANA
Es interesante notar que Jesús descansó en la tumba en un “día grande”, puesto que ese sábado era tanto el séptimo día de la semana como el primer sábado de la Semana de los Panes sin Levadura. ¡Que día para que culminase en EL la redención! El “es bueno” de la Creación se une con el “consumado es” de la redención, cuando el Autor y Consumador nuevamente reposa tras haber completado su obra.
Se puede definir el legalismo como los intentos de ganar la salvación por el esfuerzo individual. Es conformarse a la Ley y a ciertas observancias como un medio de justificación ante Dios. Esto no es correcto, por cuánto “por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de El” (Rom.3:20). “Los que denuncian la observancia del sábado como legalismo, necesitan considerar los siguiente: Si un cristiano nacido de nuevo se abstiene de adorar dioses falsos y mantiene reverencia como lo mandan el primer y tercer preceptos, ¿está opuesto a la salvación por gracia? ¿Se oponen a la libre gracia divina la pureza, la honestidad y la veracidad prescritas por el séptimo, el octavo y el noveno mandamientos? La respuesta de ambas preguntas es NO. Del mismo modo, el hecho de que un alma renovada guarde el séptimo día no es legalismo, ni es contrario a la salvación solo por gracia. De hecho, el mandamiento respecto al sábado es el único precepto de la ley que se destaca como una señal de nuestra liberación del pecado y de nuestra santificación únicamente por gracia”.
“Es muy claro que no importa cuan rígida o devotamente podamos portarnos el domingo, NO estamos guardando el día de reposo…. El día de reposo fue fundado en un mandato divino específico. No podemos encontrar ningún mandato semejante para justificar la obligación de observar el domingo”.
En la Escritura, según lo hace claro la historia de la creación, los días se marcaban de puesta de sol a puesta de sol. (véase Lev.32:2).
El ejemplo de Cristo fue dedicar horas del santo sábado para alivio de la humanidad sufriente.
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