MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 204-
INTERRELACION DEL CUERPO Y LA MENTE-parte 12-
LA MENTE Y LA SALUD ESPIRITUAL. La fama, el genio y el talento son impotentes para alegrar el corazón entristecido o restaurar la vida malgastada. La vida de Dios en el alma es la única esperanza del hombre. –parte 3-
RELACIÓN ENTRE EL PECADO Y LA ENFERMEDAD: Dios ha señalado la relación que hay entre el pecado y la enfermedad. El pecado y la enfermedad llevan entre si una relación de causa a efecto. El enemigo es quien procura inducir a seguir prácticas que destruyen la salud y el alma.
Es necesario inculcar en las mentes la necesidad de abnegación y de obedecer las leyes de la vida y la salud. También, implantar los principios correctos especialmente en la mente de los jóvenes. Dios ama a sus criaturas con un amor a la vez tierno y fuerte.
Ha establecido las leyes de la naturaleza; pero sus leyes no son exigencias arbitrarias. Cada “no harás”, sea en la ley física o moral, contiene o implica una promesa. Si obedecemos, las bendiciones acompañarán nuestros pasos; si desobedecemos, habrá como resultado peligro y desgracia.
Las leyes de Dios están destinadas a acercar más a sus hijos a El. Los salvará del mal y los conducirá al bien, si quieren ser conducidos, pero nunca los obligará. No podemos discernir los planes de Dios, pero debemos confiar en El y mostrar nuestra fe por nuestras obras.
EL EVANGELIO ES EL REMEDIO PARA LAS ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR EL PECADO: Cuando se recibe el Evangelio en su pureza y con todo su poder, es un remedio para las enfermedades originadas por el pecado. Sale el Sol de Justicia
“trayendo salud eterna en sus alas” (Mal.4:2)
Todo lo que el mundo proporciona no puede sanar el corazón quebrantado, ni dar paz al espíritu, ni disipar las inquietudes, ni desterrar la enfermedad.
La fama, el genio y el talento son impotentes para alegrar el corazón entristecido o restaurar la vida malgastada. La vida de Dios en el alma es la única esperanza del hombre.
EN EL CIELO TODO ES SALUD: La opinión sostenida de que la espiritualidad es perjudicial para la salud, es un sofisma de Satanás. La religión de la Biblia no es perjudicial para la salud del cuerpo ni de la mente. La influencia del Espíritu de Dios es la mejor medicina para la enfermedad.
En el cielo todo es salud; y mientras más profundamente se comprendan las influencias celestiales, más segura será la recuperación del creyente enfermo.
Los verdaderos principios del cristianismo abren delante de todos una fuente de incalculable felicidad. La religión es una fuente permanente de la cual el cristiano puede beber sin agotarla jamás.
LA RELIGIÓN ES LA VERDADERA CIENCIA DE LA CURACION: La religión es un principio del corazón, no una palabra mágica o un truco de la mente. Miren solo a Jesús.
Esta es su única esperanza, de obtener la vida eterna. Esta es la verdadera ciencia de la curación para el cuerpo y el alma. La mente no debe tener como centro a ningún ser humano, sino sólo a Dios.
EL AMOR POR EL REDENTOR DISIPA LOS MIASMAS: La mente está nublada por la malaria sensual. Los pensamientos necesitan purificación. Debemos comprender que la manera como se trata el cuerpo es de vital importancia para el vigor y la pureza de la mente y el corazón.
El verdadero cristiano participa de experiencias que producen santificación. La espiritualidad de la ley de Dios, con sus principios restrictivos, penetra en su vida. La luz de la verdad irradia su entendimiento.
Un resplandor de perfecto amor por el Redentor despeja el miasma que se ha interpuesto entre su alma y Dios. La voluntad de Dios se ha convertido en su voluntad: pura, elevada, refinada y santificada.
Su rostro revela la luz del cielo. Su cuerpo es templo adecuado para el Espíritu Santo. La santidad adorna su carácter. Dios puede tener comunión con él, pues el alma y el cuerpo están en armonía con Dios.
EL AMOR DE CRISTO ES UN PODER VITALIZADOR: EL AMOR QUE CRISTO INFUNDE A TODO NUESTRO SER ES UN PODER VIVIFICANTE. DA SALUD A CADA UNA DE LAS PARTES VITALES: EL CEREBRO, EL CORAZÓN, LOS NERVIOS.
POR SU MEDIO LAS ENERGÍAS MAS POTENTES DE NUESTRO SER DESPIERTAN Y ENTRAN EN ACTIVIDAD. LIBRA AL ALMA DE CULPA Y TRISTEZA, DE LA ANSIEDAD Y CONGOJA QUE AGOTAN LAS FUERZAS DE LA VIDA. CON EL VIENEN LA SERENIDAD Y LA CALMA.
IMPLANTA EN EL ALMA UN GOZO QUE NADA EN LA TIERRA PUEDE DESTRUIR; EL GOZO QUE HAY EN EL ESPÍRITU SANTO, UN GOZO QUE DA SALUD Y VIDA.
Elena White
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