MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 112-
LA FELICIDAD. A medida que andamos con Jesús en esta vida podemos estar llenos de su amor. Podemos recibir aquí todo lo que la naturaleza humana puede soportar. Pero ¿qué es ésto comparado con lo que nos espera más allá? -parte 5-
ALGUNOS NO SERIAN FELICES EN EL CIELO: ¿Acaso podrían aquellos que han pasado su vida en rebelión contra Dios ser transportados de pronto al cielo y contemplar el alto y santo estado de perfección que allí se ve, donde toda alma rebosa de amor y todo semblante irradia alegría, la música arrobadora se eleva en acordes melodiosos en honor a Dios y al Cordero, y brotan raudales de luz del rostro del Aquél que está sentado en el trono e inundan a los redimidos?
¿Podrían acaso aquellos cuyos corazones están llenos de odio hacia Dios, a la verdad y a la santidad alternar con los ejércitos celestiales y unirse a sus cantos de alabanza? ¿Podrían soportar la gloria de Dios y el Cordero? Años de prueba les fueron concedidos para que pudiesen formar caracteres para el cielo; pero nunca se acostumbraron a amar lo que es puro; nunca aprendieron el lenguaje del cielo, y ya es demasiado tarde.
Una vida de rebelión contra Dios los ha inhabilitado para el cielo. La pureza, la santidad y la paz que reinan allí serían para ellos un tormento; la gloria de Dios, un fuego consumidor. Ansiarían huir de aquel santo lugar.
Desearían que la destrucción los cubriese de la faz de Aquél que murió para redimirlos. La suerte de los malos queda determinada por la propia elección de ellos. Su exclusión del cielo es un acto de propia voluntad y un acto de justicia y misericordia por parte de Dios.
SU VIDA PUEDE SER GOZOSA: Tengamos todos confianza en Dios. Avancemos a través de las sombras que Satanás arroja sobre nuestra senda, y aferrémonos del brazo de Jesús, el poderoso. Dejemos nuestro caso en sus manos. Presentemos nuestra petición al Señor. Pongamos nuestra confianza en El y pidamos la bendición que El considere mejor para nuestra utilidad presente y futura y para nuestro eterno bien. Los que hacen ésto disfrutan de una vida gozosa.
¡Creamos! “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez os digo: ¡Regocijaos! (Fil.4:4)
COMO PROYECTAR LA FELICIDAD HACIA LA ETERNIDAD: A medida que entramos por Jesús en el descanso, empezamos aquí a disfrutar del cielo. Respondemos a su invitación:“Venid aprended de mi”, y al venir así comenzamos la vida eterna. El cielo consiste en acercarse incesantemente a Dios por Cristo.
Cuanto más tiempo estemos en el cielo de la felicidad, tanto más de la gloria se abrirá ante nosotros; y cuanto más conozcamos a Dios, tanto más intensa será nuestra felicidad. A medida que andamos con Jesús en esta vida podemos estar llenos de su amor, satisfechos con su presencia. Podemos recibir aquí todo lo que la naturaleza humana puede soportar.
Pero ¿qué es ésto comparado con lo que nos espera más allá? Allí:
“están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo: y el que está sentado en el trono tenderá su pabellón sobre ellos. No tendrán más hambre, ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni ningún otro calor. Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes vivas de aguas: y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos” (Apoc.7:15-17).
(Elena White)
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