MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 94-
LA CIENCIA SATÁNICA DE LA EXALTACION PROPIA. Cuando un hombre tiene defectos de carácter y no lo sabe, cuando está tan lleno de suficiencia que no puede ver sus faltas, ¿Cómo puede ser purificado? -parte 3-
HACIA EL SUICIDIO: El mundo, que actúa como si no hubiera Dios, absorto en propósitos egoístas, experimentará pronto una súbita destrucción, y no escapará. Muchos continúan en una complacencia descuidada del yo hasta que llegan a estar tan disgustados con la vida que terminan con su existencia. Bailando y parrandeado, bebiendo y fumando, complaciendo sus pasiones animales, marchan como bueyes al matadero.
Satanás está trabajando con todo su arte y encantos para mantener a los hombres marchando a ciegas, hasta que el Señor se levante de su lugar para castigar a los habitantes de la tierra por sus iniquidades, ocasión cuando la tierra devolverá su sangre y no cubrirá más sus muertos. El mundo entero perece empeñado en la marcha de la muerte.
EL YO SE MANIFIESTA CADA VEZ QUE SE LO TOCA: ¡Que victoria podríamos ganar si aprendiéramos a aprovechar las oportunidades que nos abre la providencia de Dios! ¡Cuan vencedores seríamos si con corazón agradecido tomáramos la determinación de vivir con la vista fija en su gloria, tanto en la enfermedad como en la salud, en la abundancia como en la adversidad!
El yo surge vivo y palpitante cada vez que se lo toca. El yo debe ser crucificado antes que podamos vencer en el nombre de Jesús y recibir la recompensa de los fieles.
EL PECADO INCURABLE: Dios no puede asociarse con los que viven para su propia satisfacción y se dan la primera consideración. Los que obran así serán al fin los postreros. El orgullo y la presunción son pecados incurables.
Estos defectos impiden todo crecimiento. Cuando un hombre tiene defectos de carácter y no lo sabe, cuando está tan lleno de suficiencia que no puede ver sus faltas, ¿Cómo puede ser purificado? “Los que están sanos no tienen necesidad de un médico, sino los enfermos” (Mateo 9:12). ¿Cómo puede uno realizar progresos si se cree perfecto?
ES IMPRESCINDIBLE HUMILLAR EL YO: Conocerse a sí mismo es un gran conocimiento. El verdadero conocimiento propio lleva a la humildad que prepara el camino para que el Señor desarrolle la mente, y amolde y discipline el carácter.
MUY LEJOS DEL ORGULLO Y LA EXALTACION PROPIA: “El que dice que permanece en El, debe andar como El anduvo” (1Juan 2:6). “Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de El” (Rom.8:9).
El mundo no dejará de notar esta conformidad con Jesús. Puede ser que el cristiano no sea consciente del gran cambio, pero mientras más se parezca a Cristo en carácter, más humilde será la opinión que tenga de sí mismo; los que lo rodean lo notarán y lo sentirán.
Los que han tenido una experiencia profunda en las cosas de Dios son los que están más lejos del orgullo y la exaltación propia. Tienen el más humilde de los conceptos acerca de sí mismos, y la más elevada opinión acerca de la gloria y la excelencia de Cristo. Creen que el lugar más humilde en su servicio es demasiado honroso para ellos.
HAY SEGURIDAD EN RECONOCER LAS PROPIAS DEBILIDADES: Los hombres son sometidos a prueba no solo delante de las inteligencias humanas, sino ante el universo celestial.
A menos que teman y tiemblen por sí mismos, a menos que reconozcan sus propias debilidades, recuerden sus fracasos del pasado, luchen y se pongan en guardia para no repetirlos, cometerán los mismos errores que produjeron los resultados que no pueden permitirse cosechar por segunda vez.
LA VICTORIA SOBRE EL YO ES OBRA DE TODA LA VIDA: Los agravios no pueden repararse, ni tampoco pueden realizarse reformas en la conducta mediante unos cuantos esfuerzos débiles e intermitentes. La formación del carácter no es tarea de un día, ni de un año, sino de toda la vida.
La batalla contra sí mismo para lograr la santidad y el cielo, es una lucha de toda la vida. Sin esfuerzo continuo y actividad constante no puede haber adelanto, ni puede obtenerse la corona de victoria.
LA IMPRONTA DE LO DIVINO: No permitamos que el yo crezca tanto que todo el ser se contamine. Una sola filtración puede hundir un barco, y una falla en un eslabón puede romper una cadena.
Así puede haber un rasgo de carácter heredado o cultivado que obre en el corazón y se convierta en palabras que causen una impresión para el mal que jamás se borrará. Que el carácter tenga la impronta de lo divino manifestada en nobles declaraciones y en hechos rectos. Entonces, todo el universo celestial lo verá y dirá:
“Bien hecho, buen siervo fiel”
(Elena White)
Deja una respuesta