MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 46-
PROBLEMAS DE LOS JOVENES. Los pensamientos y las impresiones quedan grabadas en la mente del niño, y son casi imborrables, sean estas impresiones terrenales, morales o religiosas. Estas tienen una influencia poderosa en la formación del carácter. –parte 5-
LA NECESIDAD DE PUREZA DE PENSAMIENTO Y ACCIÓN: Necesitamos la pureza en todo pensamiento, en toda palabra y en toda acción. Tenemos una responsabilidad individual ante Dios, una obra individual que nadie puede hacer por nosotros. Consiste en hacer al mundo mejor por el precepto, el esfuerzo personal y el ejemplo. Hay almas que salvar.
LOS JOVENES NECESITAN ACTIVIDAD: Por naturaleza los jóvenes desean actividad, y si no encuentran una salida legítima para las energías reprimidas, se vuelven inquietos e impacientes.
Muchos de los jóvenes que eran inocentes cuando salieron de sus hogares fueron corrompidos por aquellos con quienes se asociaron en la escuela. Ninguna recreación que sea útil solamente para ellos dará mejor resultado como la que induzca a ser útiles a los demás.
LA MENTE SIEMPRE ACTIVA: La mente nunca cesará de estar activa, y está expuesta a influencias buenas o malas. Los pensamientos y las impresiones quedan grabadas en la mente del niño, y son casi imborrables, sean estas impresiones terrenales, morales o religiosas. La mente es más susceptible cuando la razón está despertando; de modo que las primeras lecciones son de gran importancia.
Estas tienen una influencia poderosa en la formación del carácter. Si son de la índole debida, y si, a medida que el niño progresa en años se le continúan impartiendo con paciente perseverancia, el destino terrenal quedará amoldado para el bien. Esta es la palabra del Señor:
“Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él” (Prov.22:6)
LA JUVENTUD ES EL TIEMPO DE OPORTUNIDAD: Los corazones de los jóvenes son ahora como cera impresionable, y se los puede conducir a admirar el carácter cristiano; pero en unos pocos años la cera puede llegar a ser como el granito.
En la juventud es cuando los afectos son más ardientes, la memoria más receptiva y el corazón más susceptible a las impresiones divinas; y es durante la juventud cuando las facultades mentales y físicas debieran ser dedicadas a la tarea a fin de que puedan hacerse grandes progresos teniendo en cuenta a la vez el mundo actual y el venidero. (Elena White)
Continúa en parte 47
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