MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 1-
EL ESTUDIO DE LA MENTE –…conocer el organismo más maravilloso: el cuerpo humano. Deberíamos comprender las funciones de los diversos órganos y como éstos dependen unos de otros para que todos actúen con salud. – parte 1-
SU IMPORTANCIA
LA OBRA MÁS DELICADA: Tratar con las mentes humanas es la obra más delicada en la cual los hombres estuvieron alguna vez ocupados.
CONOCER LAS LEYES QUE RIGEN LA MENTE Y EL CUERPO: Es deber de toda persona, para su propio bien, conocer las leyes de la vida y obedecerlas con toda conciencia. Todos necesitan conocer el organismo más maravilloso: el cuerpo humano.
Deberían comprender las funciones de los diversos órganos y como éstos dependen unos de otros para que todos actúen con salud. Deberían estudiar la influencia de la mente en el cuerpo, la del cuerpo en la mente, y las leyes que lo rigen.
ADIESTRAR Y DESCIPLINAR LA MENTE: No importa de quién se trate… el Señor nos ha bendecido con facultades intelectuales capaces de vasto desarrollo. Cultivemos nuestros talentos con fervor perseverante.
Eduquemos y disciplinemos la mente por el estudio, la observación y la reflexión. No podemos encontrarnos con la mente de Dios a menos que pongamos en uso toda facultad.
EL POTENCIAL DE LA MENTE DISCIPLINADA: Tenemos que practicar la disciplina propia…Una mente común, bien disciplinada, efectuará una obra mayor y más elevada que la mente mejor educada y los mayores talentos sin el dominio propio.
Tratar con las mentes es la mayor obra jamás confiada a los hombres. El tiempo de los padres es demasiado valioso para gastarlo en la complacencia del apetito o para ir en pos de la riqueza o de la moda. Dios ha colocado en sus manos a la preciosa juventud para que se la capacite para un lugar de utilidad en esta vida.
LA CIENCIA DEL CRISTIANISMO Y LA MENTE: Hay en el cristianismo una ciencia que debe dominarse, una ciencia tanto más profunda, amplia y elevada que cualquier ciencia humana. La mente tiene que ser disciplinada, educada, preparada; porque los hombres han de prestar servicio a Dios en maneras diversas que no están en armonía con la inclinación innata.
A menudo uno debe desechar la preparación y la educación de toda la vida, a fin de poder aprender en la escuela de Cristo. El corazón debe ser enseñado a permanecer firme en Dios. Ancianos y jóvenes han de formar hábitos de pensamiento que los habilitarán para resistir la tentación.
Deben aprender a mirar hacia arriba. Los principios de la Palabra de Dios -principios que son tan altos como los cielos y que abarcan toda la eternidad- han de ser comprendidos en su relación con la vida diaria. Todo acto, toda palabra, todo pensamiento, tiene que estar de acuerdo con estos principios.
PROGRESAR SOLO POR MEDIO DEL CONFLICTO: Ninguna ciencia equivale a la que desarrolla el carácter de Dios en la vida del estudiante. Los que llegan a ser discípulos de Cristo encuentran que se les proporcionan nuevos motivos de acción y que adquieren nuevos pensamientos, de los que deben resultar nuevas acciones.
Pero los tales pueden progresar únicamente por medio de conflictos; porque hay un enemigo que contiende siempre con ellos, presentándoles tentaciones que hacen que el alma dude y peque. Hay tendencias al mal, hereditarias y cultivadas, que deben ser vencidas.
El apetito y la pasión han de ser puestos bajo el dominio del Espíritu Santo. No tiene término la lucha de este lado de la eternidad. Pero aunque hay que sostener batallas constantes, también hay preciosas victorias que ganar; y el triunfo sobre el yo y el pecado es de más valor de lo que la mente puede estimar. (Elena White)
Continúa en parte 2
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