LA FUENTE DE CURACION-parte 78-
EL COMERCIO DE LAS BEBIDAS ALCOHÓLICAS-parte 1-
“¡AY DEL QUE EDIFICA SU CASA Y NO EN JUSTICIA, Y SUS SALAS Y NO EN JUICIO!…..QUE DICE: EDIFICARE PARA MI CASA ESPACIOSA, Y AIROSAS SALAS; Y LE ABRE VENTANAS, Y LA CUBRE DE CEDRO, Y LA PINTA DE BERMELLON. ¿REINARAS PORQUE TE CERCAS DE CEDRO?…MAS TUS OJOS Y TU CORAZON NO SON SINO A TU AVARICIA, Y A DERRAMAR LA SANGRE INOCENTE, Y A OPRESION, Y A HACER AGRAVIO”. (Jeremías 22:13-17)
LA ACTUACION DEL VENDEDOR DE BEBIDAS
Este pasaje describe la obra de los que fabrican y venden bebidas embriagantes Su negocio viene a ser un robo. Por el dinero que perciben no devuelven su equivalente alguno. Cada moneda que añaden a sus ganancias ha dejado una maldición al que la gastó.
Con mano generosa Dios derrama sus bendiciones sobre los hombres. Si sus dones fueran empleados con prudencia, ¡cuán poca pobreza y miseria conocería el mundo! La iniquidad humana trueca las bendiciones divinas en otras tantas maldiciones. El lucro y la perversión del apetito convierten los cereales y las frutas dadas para nuestros alimentos, en venenos que acarrean miseria y ruina.
Cada año se consumen millones y millones de litros de bebidas embriagantes. Millones y millones de pesos se gastan en comprar miseria, pobreza, enfermedad, degradación, pasiones, crimen y muerte. Por amor al lucro se expende a sus víctimas lo que corrompe y destruye la mente y el cuerpo. El es quien perpetúa en casa del beodo la pobreza y la desdicha.
Muerta su víctima, no concluyen por eso las exacciones del vendedor. Roba a la viuda, y reduce a los huérfanos a la mendicidad. No vacila en quitar a la familia desamparada las cosas más necesarias para la vida para cobrar la cuenta de bebidas del marido y padre. El clamor de los niños que padecen, las lágrimas de las madres, le exasperan.
¿Qué les importa que estos pobres mueran de hambre, o que se hundan en la degradación y la ruina? EL SE ENRIQUECE CON LOS MISEROS RECURSOS DE AQUELLOS A QUIENES ARRASTRA A LA PERDICION.
Las casas de prostitución, los antros del vicio, los tribunales donde juzgan a los criminales, las cárceles, los asilos, los manicomios, los hospitales, todos están repletos debido, en gran parte al resultado de la obra de quien vende las bebidas embriagantes.
A SEMEJANZA DE LA MÍSTICA BABILONIA DEL APOCALIPSIS, EL VENDEDOR TRAFICA CON ESCLAVOS Y ALMAS HUMANAS. Tras él está el poderoso destructor de almas, que emplea todas las artes de la tierra y del infierno para subyugar a los seres humanos. Arma sus trampas en la ciudad y en el campo, en los trenes, en los centros de negocio, en los transatlánticos, en los lugares de diversión y aún en la iglesia, EN LA SANTA MESA DE LA COMUNIÓN.
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