LA FUENTE DE CURACION-parte 75-
LA HIGIENE ENTRE LOS ISRAELITAS-parte 3-
VENTILACION Y SOL
En la construcción de edificios de utilidad pública o en los destinados a viviendas, urge asegurar buena ventilación y mucho sol. A la falta de ventilación se debe una gran parte de la somnolencia y pesadez de muchos. A este asunto se le suele dar poca atención. Con frecuencia la humedad y el aire viciado ocasionan quebrantos de salud, y enfermedades.
La limpieza escrupulosa es esencial para la salud del cuerpo y la mente. El cuerpo elimina continuamente impurezas por conducto de la piel, cuyos millones de poros se obstruyen pronto con la acumulación de desechos si no se la limpia por medio de frecuentes baños. Entonces las impurezas que debieran evacuarse por la piel sobrecargan los demás órganos de eliminación.
En vez de aumentar la propensión a resfriarse, el baño, tomado debidamente, fortalece contra el frío, pues estimula la circulación. La sangre es atraída a la superficie, de modo que circula con mayor facilidad, y vigoriza tanto el cuerpo como la mente. Los músculos se vuelven más flexibles, la inteligencia más aguda. El baño calma los nervios. Ayuda a los intestinos, al estómago y al hígado, y favorece la digestión.
Importa también que la ropa esté siempre limpia. Las prendas de vestir que se llevan puestas absorben los desechos que el cuerpo elimina por los poros, y si no se mudan y lavan con frecuencia, el cuerpo volverá a absorber todas esas impurezas.
Cualquier forma de desaseo fomenta la enfermedad. Los gérmenes mortíferos abundan en los rincones oscuros y descuidados, donde hay desperdicios de verduras, o montones de hojas caídas que se pudren y vician el aire. No debe haber tampoco dentro de la casa cosas sucias o descompuestas.
La limpieza perfecta, la abundancia de sol, la cuidadosa atención a las condiciones sanitarias de todo detalles de la vida doméstica, son esenciales para librarse de las enfermedades y para alegrar y vigorizar a los que vivan en la casa.
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