LA FUENTE DE CURACION-parte 39-
EL CUIDADO DEL CUERPO HUMANO-parte 2-
Aunque el cuerpo es muy complejo, para mantener o recobrar la salud, existen tan sólo ocho remedios científicos que están al alcance de todos. Ellos son:
- Respirar aire puro.
- Ejercicio físico.
- Aprovechar la luz tierna del sol mañana y tarde porque estimula todas las funciones vitales del cuerpo, especialmente las cerebrales que evitan la depresión. También conviene que sus rayos entren en todas las habitaciones de nuestras casas, porque matan los microbios productores de enfermedad.
- Tomar de 6 a 8 vasos de agua al día, ya que mejora la memoria, ayuda a resistir la enfermedad, mantiene el cutis hidratado y limpia el cuerpo de toxinas. Antes de tomar calmantes para un dolor de cabeza, consuma un vaso de agua cada diez minutos durante una hora. Se sorprenderá de los resultados.
- Descanso adecuado (acostarse y levantarse temprano).
- Alimentación ideal utilizando los cinco grupos mencionados en la primera parte.
- Temperancia es la práctica de hábitos saludables y el abandono de hábitos destructivos.
- CONFIAR EN EL PODER SANADOR DE DIOS.
Mediante estos 8 remedios, se pueden prevenir y curar enfermedades degenerativas y mortales como: diabetes, arterias tapadas del corazón y del cerebro, cáncer, osteoporosis, artritis, alergias, asma, obesidad y otros.
BENEFICIO DEL EJERCICIO Y DEL AIRE PURO
Para que las células conviertan los alimentos en energía, se necesita el oxígeno. Como el aire estimula todas las funciones corporales, se le llama ‘el tónico de la naturaleza’. Esto es cierto-especialmente- si hablamos del aire puro de bosques y montañas; porque los árboles y plantas fueron creadas por la sabiduría divina, para que capten del aire el bióxido de carbono que expelemos y nos devuelvan abundante oxígeno; y también para que llenen el aire de ciertas sustancias volátiles con acción sanadora llamados fitoquímicos; los cuales fortalecen el sistema inmunológico (defensas) del cuerpo.
Con la ayuda de agua abundante por dentro y por fuera, el ejercicio, el descanso, la luz del sol, comida ideal y confianza en la conducción y el interés amoroso de Dios para sus criaturas, todo cuerpo enfermo puede ser completamente restaurado. Por esos motivos respirar el aire de las montañas, bosques y parques, es capaz de devolver la salud y hasta rejuvenecer.
De esta acción restauradora dio su testimonio la Doctora Atala Villareal: ‘Cuando me encontraba haciendo la especialidad en cirugía de abdomen, en la ciudad de Monterrey, México, me enfermé de bronquitis aguda por tres meses. Fui tratada por varios especialistas, con una gran variedad de antibióticos, pero sin buenos resultados. Pero Dios intervino y me tocó salir de vacaciones y me dirigí a Chiapas, a un lugar lleno de pinos.
El segundo día de mi estancia en el lugar, estaba completamente curada sin ninguna pastilla o inyección; sólo respirando el aire puro de los pinos cargados de oxígeno y sustancias curativas puestas por Alguien que sólo quiere hacernos bien.’
Para sanar los daños hechos al cuerpo por los malos hábitos, NO existen medicamentos que sean capaces de curarlos; pero debemos ejercitamos, siempre mediante un placentero y vigoroso ejercicio; si es posible; o hacerlo de acuerdo a las fuerzas disponibles.
Caminar es el ejercicio ideal, fácil, seguro. Podemos hacerlo en dos o tres sesiones de 20 o 30 minutos. Cada paso cuenta a nuestro favor. ¿Quiere mejorar su memoria, su sueño, su digestión, su estado de ánimo, quemar grasa, bajar de peso, bajar su colesterol, proteger su corazón, y rejuvenecer de todo a todo? Camine y propóngase a disfrutarlo cada día. No se deje vencer por la pereza, recuerde que el ejercicio vigoriza y la inactividad envejece y mata.
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