LA FUENTE DE CURACION-parte 7-
EL CONOCIMIENTO COMUNICADO POR LA PALABRA DE DIOS-parte 2-
Así cada uno puede, por su propia experiencia afirmar “QUE DIOS ES VERDADERO”. (Juan 3:33) Puede dar testimonio de lo que él mismo ha visto, oído y sentido del poder de Cristo. El que ha adquirido el conocimiento de Dios y de su Palabra mediante la experiencia personal está preparado para emprender el estudio de las ciencias naturales.
“EN EL ESTABA LA VIDA, Y LA VIDA ERA LA LUZ DE LOS HOMBRES” (Juan1:4)
Antes de caer en pecado, Adán y Eva en el Edén estaban envueltos en clara y hermosa luz, la luz de Dios, que iluminaba todo aquéllo a lo cual se acercaban. Nada oscurecía su percepción del carácter o de las obras de Dios. Pero cuando cedieron a la tentación, la luz se apartó de ellos. Al perder las prendas de santidad, perdieron la luz que hasta entonces había iluminado la naturaleza, y ya no podían leer en ésta con provecho.
Ya no podían discernir el carácter de Dios en sus obras. Así también hoy el hombre por sí mismo es incapaz de leer debidamente las enseñanzas de la naturaleza. Si no lo guía la sabiduría divina, el hombre exalta la naturaleza y sus leyes y las sobrepone al Dios de la naturaleza. Por ésto las meras ideas humanas respecto de la ciencia están a menudo en contradicción con la enseñanza de la Palabra de Dios.
Quien conoce a Dios y su Palabra mediante la experiencia personal tiene la fe arraigada en la divinidad de las Sagradas Escrituras. Ha comprobado que la Palabra de Dios es verdad, y sabe que la verdad no puede contradecirse nunca. No aquilata la Biblia por las ideas que los hombres tienen de la ciencia, sino que somete más bien estas ideas a la prueba de la autoridad infalible.
Sabe que en la ciencia verdadera no puede haber nada contrario a la enseñanza de la Palabra; puesto que ambas proceden del mismo Autor, la verdadera comprensión de ambas demostrará que hay armonía entre ellas. Todo lo que en la llamada enseñanza científica contradiga al testimonio de la Palabra de Dios no es más que suposición humana.
A quien estudie, la investigación científica le abrirá dilatados campos de pensamiento y de información. Al contemplar las cosas de la naturaleza obtendrá una nueva percepción de la verdad. El libro de la naturaleza y la Palabra escrita se iluminan recíprocamente. Ambos hacen que el estudiante conozca mejor a Dios al instruirle acerca del carácter de El y acerca de las leyes por medio de las cuales obra. La experiencia del Salmista nos dice:
“BIENAVENTURADOS LOS PERFECTOS DE CAMINO; LOS QUE ANDAN EN LA LEY DE JEHOVÁ. BIENAVENTURADOS LOS QUE GUARDAN SUS TESTIMONIOS, Y CON TODO EL CORAZON LE BUSCAN”
“¿CON QUE LIMPIARA EL JOVEN SU CAMINO? CON GUARDAR TU PALABRA” “ESCOGI EL CAMINO DE LA VERDAD; HE PUESTO TUS JUICIOS DELANTE DE MI”.
“EN MI CORAZON HE GUARDADO TUS DICHOS, PARA NO PECAR CONTRA TI”. “Y ANDARE EN ANCHURA, PORQUE BUSQUE TUS MANDAMIENTOS”. “ABRE MIS OJOS Y MIRARE LAS MARAVILLAS DE TU LEY”
“EL PRINCIPIO DE TUS PALABRAS ALUMBRA; HACE ENTENDER A LOS SIMPLES”
“ME HAS HECHO MAS SABIO QUE MIS ENEMIGOS CON TUS MANDAMIENTOS; PORQUE ME SON ETERNOS”….”DE TUS MANDAMIENTOS HE ADQUIRIDO INTELIGENCIA POR TANTO HE ABORRECIDO TODO CAMINO DE MENTIRA”
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