LA CREACION-tercera parte-
EL PROPOSITO DE LA CREACION: El amor provee el motivo de todo lo que Dios hace, por cuanto El mismo es amor (1 Juan 4:8). Su amor lo llevó a compartir en la creación uno de los mayores dones que El pudiese conferir: la existencia. ¿Con qué propósito existen el universo y sus habitantes?
PARA REVELAR LA GLORIA DE DIOS. A través de sus obras creadas, Dios revela su gloria: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras” (Sal.19: 14). La naturaleza funciona como testigo de Dios. Es su intención que sus obras creadas atraigan a los individuos hacia El. “Porque las cosas invisibles de El, su eterno poder y Deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Rom.1:20).
PARA POBLAR EL MUNDO. El Creador no deseaba que la tierra fuese un planeta solitario y vacío; debía ser habitado (Isa. 45:8).El Creador no sólo le dio a la primera pareja el dominio sobre este mundo, sino que al pronunciar las palabras “fructificad y multiplicaos” (Gen.1:28), les concedió el privilegio de participar en su creación.
EL SIGNIFICADO DE LA CREACIÓN. La doctrina de una creación divina forma “el fundamento indispensable de la teología bíblica y cristiana”. ¿Cuáles son algunas de las implicaciones que tiene la doctrina de la creación?
EL ANTÍDOTO DE LA IDOLATRÍA. El hecho de que Dios es el Creador, lo distingue de todos los otros dioses (1 Cron. 16: 24-27; Sal.96:5, 6; Isa.40: 18-26; — 42: 5-9; 44). Debemos adorar al Dios que nos hizo, y no a los dioses que nosotros hemos hecho. Por ser nuestro Creador, Dios merece nuestra lealtad absoluta.
EL FUNDAMENTO DE LA VERDADERA ADORACION. Nuestro culto a Dios se basa en el hecho de que El es nuestro Creador, y nosotros sus criaturas (Sal.95:6). Por lo tanto debemos adorar “a aquél que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” (Apoc.14:7).
EL SÁBADO, MONUMENTO DE LA CREACION. Dios estableció el séptimo día sábado con el fin de que tuviésemos un recordativo semanal del hecho de que somos criaturas de sus manos. El sábado fue un don de gracia, el cuál no expresa lo que nosotros hayamos hecho, sino lo que Dios hizo. Con el fin de recalcar su importancia, el Creador colocó en el centro de la ley moral (los Diez Mandamientos) el mandato de recordar este sagrado monumento de su poder creativo, como una señal eterna y un símbolo de la creación (Exo.20: 8-11; 31: 13-17; Eze.20:20).
EL MATRIMONIO, UNA INSTITUCIÓN DIVINA. Dios estableció el matrimonio como una institución divina. Se proponía que esta unión sagrada fuese indisoluble: El hombre “se unirá a su mujer”, y debían llegar a ser “una sola carne” (Gen.2:24; Mar. 10:9). (Continúa en parte 4)
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