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ESPERANZA EN LA PALABRA-JESÚS LA UNICA ESPERANZA-parte 12-

DUEÑOS DE TODO – DUEÑOS DE NADA-parte 2-

LA SEGUNDA OPORTUNIDAD

El Hijo de Dios vino a la tierra para dar al hombre una segunda oportunidad de vivir para siempre. Como:

“…CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO” (JUAN 1: 29)

Murió en su lugar para satisfacer la Ley violada pues:

“LA PAGA DEL PECADO ES MUERTE” (ROMANOS 6:23)

El pecador que acepta la salvación llega a ser otra vez hijo y mayordomo de Dios. Ahora sabe que pertenece a Dios por creación y por redención, pues Cristo lo ha comprado al costo de su sangre.

“PORQUE HABÉIS SIDO COMPRADOS POR PRECIO; GLORIFICAD, PUES, A DIOS…” (1 CORINTIOS 6:20)

Ahora que ha nacido de nuevo aprende que:

1. Su cuerpo pertenece a Dios “…VUESTRO CUERPO ES TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO….NOS SOIS VUESTROS” (1 CORINTIOS 6:19).

2. Sus bienes materiales son de Dios: “DE JEHOVÁ ES LA TIERRA Y SU PLENITUD…” (SALMO 24:1). “MIA ES LA PLATA, Y MÍO ES EL ORO, DICE JEHOVÁ…” (HAGEO 2:8).

3. Su familia pertenece a Dios: “…HERENCIA DE JEHOVÁ SON LOS HIJOS…” (SALMO 127:3).

4. Su vida y sus talentos y habilidades son de Dios: “ESCONDES TU ROSTRO, SE TURBAN; LES QUITAS EL HALITO, DEJAN DE SER, Y VUELVEN AL POLVO” (SALMO 104:29).  “…EL REINO DE LOS CIELOS ES COMO UN HOMBRE QUE YENDOSE LEJOS, LLAMO A SUS SIERVOS Y LES ENTREGO SUS BIENES. A UNO DIO CINCO TALENTOS, Y A OTRO DOS, Y A OTRO UNO, A CADA UNO CONFORME A SU CAPACIDAD…” (MATEO 25:14, 15).

5. Debe cuidar de la tierra; la cual es de Dios: “…Y TU IRA HA VENIDO, Y EL TIEMPO DE JUZGAR A LOS MUERTOS, Y DE DAR EL GALARDON A TUS SIERVOS LOS PROFETAS, A LOS SANTOS, Y A LOS QUE TEMEN TU NOMBRE, A LOS PEQUEÑOS Y A LOS GRANDES, Y DE DESTRUIR A LOS QUE DESTRUYEN LA TIERRA” (APOCALIPSIS 11:18).

6. La salvación es obra de Dios: “…YO JEHOVÁ, Y FUERA DE MI NO HAY QUIEN SALVE” (ISAÍAS 43:11).

NUESTRA MAYORDOMÍA

El cristiano y mayordomo ha de vivir ahora para administrar todos esos bienes que Dios le ha confiado: la vida, la salud, sus talentos y habilidades, la tierra y el dinero.  Respecto al dinero, Dios se ha reservado la décima parte de nuestras ganancias, el diezmo, para financiar la obra del ministerio cristiano, tal como fue establecido en la Ley:

“EL DIEZMO DE LA TIERRA, ASÍ DE LA SIMIENTE DE LA TIERRA COMO DEL FRUTO DE LOS ARBOLES, DE JEHOVÁ ES” (LEVÍTICO 27:32)

El rey David tenía esta convicción:

“OH JEHOVÁ…LAS RIQUEZAS Y LA GLORIA PROCEDEN DE TI…TODO ES TUYO, Y DE LO RECIBIDO DE TU MANO TE DAMOS” (1 CORINTIOS 29:10-14)

El fruto de la mayordomía es la bendición, pues Dios promete:

“DERRAMARE SOBRE VOSOTROS BENDICIÓN HASTA QUE SOBREABUNDE” (MALAQUÍAS 3:12)

Y ADEMÁS OFRECE A SUS MAYORDOMOS FIELES UN REINO DE MARAVILLAS (APOCALIPSIS 20:6).

 Y sin embargo, si sobreviniere la adversidad la fe del mayordomo fiel será  tan fuerte que podrá decir:

“SEA EL NOMBRE DE JEHOVÁ BENDITO” (JOB 1:21)

EL AJUSTE DE CUENTAS

Un día, el Dueño de la tierra vendrá en su gloria para hacer cuentas con sus mayordomos. Nos conviene hoy mismo amar y servir a tan generoso Señor, para que el día en que se nos diga, “DA CUENTA DE TU MAYORDOMÍA” (LUCAS 16:2), podamos salir aprobados, y entonces oigamos las palabras anheladas:

“BIEN, BUEN SIERVO Y FIEL; SOBRE POCO HAS SIDO FIEL, SOBRE MUCHO TE PONDRÉ; ENTRA EN EL GOZO DE TU SEÑOR” (MATEO 25:21)

(Alfredo Campechano-Pacific Press)