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RESCATE DESDE EL ORION – LA ESPERANZA DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO-parte 4-

LA CERTEZA DEL REGRESO DE JESÚS

La doctrina de la segunda venida de Cristo ocupa un lugar prominente en la Biblia.  Se la menciona 318 veces en la Nuevo Testamento, a razón de un versículo de cada 25. Sólo cuatro libros no la mencionan.

El Señor habló de su regreso en sus parábolas y predicciones.  Dedicó a este tema su discurso profético reproducido en los capítulos 24 y 25 de Mateo.  Marcos 13 y Lucas 21.  El libro de los Hechos comienza con el relato de la ascensión y la promesa del regreso del Señor. Pablo habló de la segunda venida en sus primeras cartas, las Epístolas a los Tesalonicenses, y en su última epístola, segunda a Timoteo, expresa su esperanza de recibir una corona en ocasión del regreso de Jesús.

En Hebreos se invita a los lectores a perseverar en la fe porque “aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará” (Hebreos 10:37).  Santiago anima a los cristianos a tener paciencia, “porque la venida del Señor se acerca” (Santiago 5:8).  San Pedro escribió acerca del día del Señor, “en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos” (2 Pedro 3:10).  Juan, hablando de la transformación del creyente, declaró: “Sabemos que cuando él se manifieste (Jesús), seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es” (1 Juan 3:2); y el Apocalipsis presenta la venida del Señor como el evento definitivo de la redención: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá” (cap.1:7).

Incluso los últimos versículos de la Biblia contienen la dulce promesa del regreso de nuestro Salvador: “El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven Señor Jesús”.

Entendemos entonces que la doctrina de la segunda venida de Cristo no está basada en especulaciones humanas, sino en las promesas fidedignas y repetidas de la Palabra de Dios.  Poco antes de morir el Señor declaró a sus discípulos: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.  En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare  lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:1-3).

SEÑALES DE LA SEGUNDA VENIDA

Continúa en parte 5