DOCTRINA DE LA VIDA CRISTIANA
LOS HIJOS
LA ENTREGA. Los padres cristianos deben dedicar sus hijos al servicio de Dios tan pronto en su vida como les sea posible. Los padres presentan a sus hijos a Dios en oración, de manera semejante a la forma como José y María presentaron al niño Jesús en el templo (Luc.2: 22-39). De este modo, el niño comienza la vida como parte de una familia espiritual. En este servicio, los padres también se dedican ellos mismos para educar al niño en los caminos del Señor, con el fin de que en él se forme la imagen de Dios. Con el fin de lograr este propósito, los padres deben llevar a sus hijos a la iglesia, de modo que los pequeños, desde sus primeros días se conviertan en parte del cuerpo de Cristo. Luego, cuando el niño llega a la edad escolar, los padres y la iglesia se esforzarán por permitirle obtener una educación cristiana que alimente aún más en su corazón el amor por el Señor.
LA CONSTANCIA. La enseñanza espiritual que imparten los padres, es un proceso continuo que abarca cada fase de la vida del niño. “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas” (Deut.6: 7-9; 11:18).
EL APRENDIZAJE DE LA OBEDIENCIA. “Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él” (Prov. 26:6). La disciplina implica mucho más que el castigo. El castigo enfoca el pasado, la disciplina mira hacia el futuro. La disciplina es un proceso en el cuál los hijos se convierten en aprendices de los padres para absorber de ellos su preparación, su conducción y su ejemplo. Significa enseñar importantes principios tales como la lealtad, la verdad, la equidad, la coherencia, la paciencia, el órden, la misericordia, la generosidad y el trabajo.
Cuando los niños aprenden temprano a obedecer a sus padres en forma implícita, la autoridad no les causa problemas en la vida. La verdadera obediencia no sucede como respuesta a un requerimiento, sino porque surge desde adentro.
LA IDENTIDAD SEXUAL Es en el hogar, y por medio de la sana interacción con los varones y mujeres que comprenden todo el sistema familiar, donde los niños aprenden a funcionar como varones y mujeres dentro de la sociedad. Los adultos necesitan enseñarles la belleza de la sexualidad en desarrollo, usando información correcta y apropiada.
PROMESA DE REFORMA. Por cuánto la familia constituye el alma misma de la iglesia y la sociedad, la familia cristiana será el instrumento para ganar a sus miembros para el Señor y de mantenerlos en la fe. Los últimos versículos del Antiguo Testamento constituyen una profecía de lo que sucederá antes que vuelva el Señor. “He aquí yo os envió el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres” (Mal.4: 5,6). Mientras que, por una parte, muchas fuerzas contemporáneas intentan arrancar a los miembros del círculo familiar, Dios por su parte hace un llamado a reunirse, a solidificar los vínculos, a convertir y restaurar, Y las familias que respondan a su llamado, poseerán una fortaleza que revelará verdadero cristianismo, y presentarán con claridad ante el mundo la imagen de Dios.
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