DOCTRINA DE LA VIDA CRISTIANA
Más que cualquier otra cosa, la vida cristiana significa la entrega de nosotros mismos y la aceptación de Cristo. Cuando vemos como Jesús se entregó a sí mismo por nosotros, clamamos: “¿Qué puedo hacer yo por ti?”.
Pero justamente cuando pensamos que hemos entrado en un compromiso absoluto, una entrega total, algo sucede que demuestra cuán superficial fue nuestra decisión. A medida que descubrimos nuevos aspectos de nuestras vidas que necesitamos entregar a Dios, nuestro sometimiento se profundiza. Entonces el Espíritu lleva nuestra atención a otra zona donde el yo necesita entregarse. Y así continúa la vida a través de una serie de repetidas entregas a Cristo, las cuáles se profundizan cada vez más en nuestro ser, nuestro estilo de vida, la manera como actuamos y reaccionamos.
¿QUÉ ES LA MAYORDOMÍA? “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo…. y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro Espíritu, los cuales son de Dios” (1Cor.6:19, 20)”. Fuimos comprados, redimidos, a un costo muy alto. Pertenecemos a Dios. Pero esa acción divina fue tan sólo una reclamación, porque El nos hizo; hemos pertenecido a El desde el comienzo, porque “en el principio creó Dios……… (Gen.1:1). Las Sagradas Escrituras especifican claramente que “de Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo, y los que en él habitan” (Sal.24:1).
En la creación Dios compartió con la humanidad sus posesiones, y continúa siendo el verdadero dueño del mundo, sus habitantes y lo que contiene (Sal.24:1). En la cruz confirmó su posesión de lo que el hombre había perdido a manos de Satanás en la caída (1 Cor.6: 19, 20). Ahora, le encarga a su pueblo que sirvan como mayordomos de sus posesiones.
Un mayordomo es una persona a la cuál “se le encarga el manejo de la casa o la propiedad de otro”. Mayordomía es “la posición, deberes o servicio de un mayordomo”.
Para el cristiano, la mayordomía significa “la responsabilidad que le cabe al hombre por todo lo que Dios le ha confiado, y el uso que de ello hace: La vida, el ser físico, el tiempo, los talentos y capacidades, las posesiones materiales, las oportunidades de servir a otros, y su conocimiento de la verdad”.
Los cristianos sirven como mayordomos de las posesiones de Dios, y consideran que la vida es una oportunidad divinamente concedida “para que aprendan a ser fieles mayordomos, preparándose de ese modo para la mayordomía superior de las cosas eternas en la vida futura. En sus dimensiones más amplias, por lo tanto, LA MAYORDOMÍA “ABARCA EL USO SABIO Y ABNEGADO DE LA VIDA”.
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