MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 185-
EL PESAR. ¿Se siente hoy lleno de pesar? No trate de solucionar todas las dificultades; en cambio, vuelva su rostro a la luz, al trono de Dios. Lo que Ud. necesita es FE. -parte 2-
QUE HACER CON EL PESAR: ¿Se siente hoy lleno de pesar? Fije sus ojos en el Sol de Justicia. No trate de solucionar todas las dificultades; en cambio, vuelva su rostro a la luz, al trono de Dios. El arco iris de la promesa, la bendita seguridad de la aceptación del Padre.
Lo que Ud. necesita es FE. No permita que su fe vacile. Aunque Satanás proyecte su sombra infernal sobre su senda. Libre la buena batalla de la fe. Será una batalla tremenda, pero líbrela a cualquier costo, porque las promesas de Dios son SI y AMEN en Cristo Jesús.
Si se pregunta ¿Por qué he tenido que pasar por aflicciones una y otra vez? La respuesta es:
“Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; más lo entenderás después” (Juan 13:7)
Los propósitos de Dios a menudo están velados en misterio; son incomprensibles para las mentes finitas; pero el que ve el fin desde el principio sabe más que nosotros.
Los que necesitamos es purificarnos de todo lo terrenal, perfeccionar nuestro carácter cristiano para que seamos investidos del manto de la justicia de Cristo.
LOS MEJORES CONSOLADORES: Los que han padecido las mayores aflicciones, con frecuencia son los que están en condiciones de proporcionar mayor consuelo a otros, porque irradian luz dondequiera que vayan.
Tales personas han sido purificadas y suavizadas por sus aflicciones; no perdieron su confianza en Dios cuando los problemas las asediaban, sino que se refugiaron más profundamente en su amor protector.
Tales personas constituyen una prueba viviente del tierno cuidado de Dios, quien produce tanto las tinieblas como la luz, y castiga para nuestro bien. Vivamos en la luz, digamos adiós a la tristeza y la aflicción y Regocijémonos siempre en el Señor.
UN ANTIDOTO PARA EL PESAR: Dios ha provisto un bálsamo para cada herida. ¿No estudiaremos las Escrituras como nunca antes? Busquemos al Señor para que nos proporcione sabiduría para cada emergencia.
En cada prueba roguemos a Jesús que nos muestre el camino que nos hará salir de nuestros problemas, y entonces nuestros ojos serán abiertos para que contemplemos el remedio y apliquemos a nuestro caso las promesas sanadoras registradas en su Palabra.
En esta forma el enemigo no encontrará lugar para inducirnos a lamentarnos y a ser incrédulos; pero en lugar de ésto tendremos fe, esperanza y valor en el Señor. El Espíritu Santo nos dará un claro discernimiento para que veamos y nos apropiemos de cada bendición que servirá de antídoto contra la aflicción.
LA SEPARACION DE DIOS PRODUCE ANGUSTIA EN EL ALMA: La angustia de la separación del favor de su Padre fue lo que hizo que los sufrimientos de Cristo fueran tan agudos. Cuando la agonía del alma descendió sobre El,
“era el sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra” (Luc.22:44)
Su terrible angustia, producida por el pensamiento de que en su hora de necesidad, Dios lo había abandonado, preanuncia la angustia que va a sentir el pecador cuando se de cuenta, demasiado tarde, de que Espíritu de Dios se ha apartado de él.
LO ENTENDEREMOS CUANDO ESTEMOS EN EL PARAISO: La tierra tiene una historia que el hombre no comprenderá hasta que camine con el Redentor en el paraíso de Dios.
“Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos” (Apoc.7:17)
Elena White
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