MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 36-
DEPENDENCIA E INDEPENDENCIA EN LAS RELACIONES DE TRABAJO. Dios es el dirigente de su pueblo, y El enseñará como usar su cerebro a los que le entregan sus mentes.
LA OPINION DE UN HOMBRE: Es un error hacer creer a los hombres que los obreros de Cristo no debieran hacer nada antes de haber llevado el asunto a una persona de responsabilidad. No se debe educar a los hombres para que consideren a los hombres como si fueran Dios.
Aunque es necesario que haya consejo y unidad de acción entre los obreros, la opinión y el juicio de un hombre no deben ser el poder controlador.
CREER EN LA EFICIENCIA: Dios es el dirigente de su pueblo, y El enseñará como usar su cerebro a los que le entregan sus mentes. Al emplear su capacidad ejecutiva, crecerán en eficiencia. La herencia del Señor está formada por vasos grandes y pequeños, pero cada uno de ellos tiene su obra individual que hacer.
No ha de dependerse del juicio de un hombre, o de dos o tres hombres, como si fueran el camino seguro que todos deben seguir. Miren todos a Dios, confíen en El, y crean plenamente en su poder. Únanse en yugo con Cristo y NO con los hombres, porque éstos NO tienen poder de impedirles que caigan.
LA DEPENDENCIA DE DIOS CREA CONFIANZA: Cuando los hombres dejen de depender de los hombres, cuando hagan de Dios su eficiencia, se manifestará más confianza mutua. Nuestra fe en Dios es sumamente débil y nuestra confianza mutua es demasiado exigua.
LA AUTODEPENDENCIA CONDUCE A LA TENTACION: Por medio de la oración y de entera confianza en Dios, Salomón alcanzó un grado de sabiduría que despertó la admiración del mundo. Pero cuando se alejó de la Fuente de su fuerza y se apoyó en sí mismo, cayó presa de la tentación.
Entonces las facultades maravillosas que habían sido concedidas al más sabio de los reyes, sólo lo convirtieron en agente tanto más eficaz del adversario de las almas.
LA INDEPENDENCIA NO SANTIFICADA PROCEDE DEL EGOISMO: Los males de la estima propia y de una independencia no santificada, que dañarán mucho nuestra utilidad y que llevarán a la ruina si no la vencemos, proceden del egoísmo.
Al influir sobre el juicio de un hombre, Satanás puede lograr el control de las cosas para favorecer sus intereses. Puede tener éxito en desviar las mentes de dos personas; pero cuando varias personas deliberan juntas hay mayor seguridad.
En consecuencia habrá menos peligro de tomar decisiones precipitadas o erróneas que provocarían confusión, perplejidad y derrota. En la unión hay fuerza. En la división hay debilidad y derrota. (Elena White)
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