MENTE, CARÁCTER Y PERSONALIDAD-parte 31-
EL AMOR, UN PRINCIPIO DIVINO Y ETERNO: Llena el corazón, modifica el carácter, gobierna los impulsos, domina las pasiones, subyuga la enemistad y eleva y ennoblece los afectos.–parte1-
ES DIFERENTE DE CUALQUIER OTRO PRINCIPIO: El amor puro es sencillo en sus manifestaciones, y distinto de cualquier otro principio de acción.
ES COMO UNA PLANTA DELICADA QUE DEBE SER CULTIVADA Y APRECIADA: El amor es como una planta tierna, y debe ser cultivado y apreciado, y las raíces de la amargura deben ser arrancadas de su alrededor, a fin de que tenga lugar para expandirse, y entonces llevará bajo su influencia a todos los poderes de la mente, y del corazón, para que amemos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
EL SUSTITUTO DE SATANÁS: EGOISMO EN VEZ DE AMOR: Por la desobediencia se pervirtieron las facultades del hombre, y el egoísmo reemplazó al amor. Su naturaleza se debilitó de tal manera, que le resultó imposible resistir al poder del mal; el tentador vio que se cumplía su propósito de estorbar el plan divino de la creación del hombre, y de llenar la tierra de la miseria y desolación.
EL AMOR, EL PRINCIPIO DE ACCIÓN: Cuando el principio celestial del amor eterno llena el corazón, fluirá a los demás…porque el amor es el principio de acción, que modifica el carácter, gobierna los impulsos, domina las pasiones, subyuga la enemistad y eleva y ennoblece los afectos.
EL AMOR BROTA ESPONTANEAMENTE CUANDO EL YO SE OCULTA: Cuando el yo se oculta en Cristo, brota espontáneamente el verdadero amor. NO es una emoción o un impulso sino una decisión de una voluntad santificada.
NO consiste en un sentimiento sino en la transformación de todo el corazón, el alma y el carácter, los cuales están muertos al yo y vivos para Dios.
Nuestro Señor y Salvador nos pide que nos entreguemos a El, para que nos use como lo vea conveniente. Hasta que no lleguemos a este punto de sumisión, no trabajaremos con alegría, utilidad ni éxito en ninguna parte.
EL AMOR, UNA FUERZA INTELECTUAL Y MORAL: El amor es poder. Este principio encierra una fuerza intelectual y moral, que no puede separarse de El. El poder de la riqueza tiende a corromper y destruir. El poder de la fuerza es grande para hacer daño; pero la excelencia y el valor del amor puro consisten en su eficiencia para hacer bien, solamente el bien.
Cualquier cosa que se haga por puro amor, por pequeña o despreciable que sea a la vista de los hombres, es completamente fructífera; porque Dios considera más con cuanto amor se trabajó que la cantidad lograda. El corazón inconverso no puede producir esta planta cultivada por el Cielo, porque ésta vive y florece solamente donde Cristo reina.
EL AMOR, UNA ATMOSFERA FRAGANTE: Cada alma está rodeada de una atmósfera propia, de una atmósfera que puede estar cargada del poder vivificante de la fe, el valor y la esperanza, y endulzada por la fragancia del amor. O puede ser pesada y fría por la bruma del descontento y el egoísmo, o estar envenenada por la contaminación fatal de un pecado acariciado.
Toda persona con la cuál nos relacionamos queda, consciente o inconscientemente, afectada por la atmósfera que nos rodea.
EL FRUTO DEL AMOR PURO: “Todas las cosa que quisierais que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos” (Mateo 7:12). “Con la misma medida que midiereis, os será vuelto a medir” (Lucas 6:38).
Estos son los poderosos motivos que deben constreñirnos a amarnos unos a otros con corazón puro. Cristo es nuestro ejemplo. El anduvo haciendo bienes. Vivió para beneficiar a otros. El amor embelleció y ennobleció todas sus acciones.
Un corazón egoísta puede ejecutar acciones generosas, reconocer la verdad presente y expresar humildad y afecto exteriormente, y sin embargo los motivos pueden ser engañosos; las acciones que fluyen del corazón tal pueden estar privadas de los principios del amor puro. (Elena White)
Continúa en parte 32
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