LA FUENTE DE CURACION-parte 69-
LA CURA MENTAL-parte 5-
CANTEMOS ALABANZAS
TRIBUTEMOS ALABANZA Y ACCIÓN DE GRACIAS POR MEDIO DEL CANTO. CUANDO NOS VEAMOS TENTADOS, EN VEZ DE DAR EXPRESIÓN A NUESTROS SENTIMIENTOS, ENTONEMOS CON FE UN HIMNO DE ACCIÓN DE GRACIAS A DIOS. El canto es un arma que siempre podemos esgrimir contra el desaliento. Abriendo así nuestro corazón a los rayos de luz de la presencia del Salvador, encontraremos salud y recibiremos su bendición.
“ALABAD A JEHOVÁ, PORQUE ES BUENO; PORQUE PARA SIEMPRE ES SU MISERICORDIA. DIGANLO LOS REDIMIDOS DE JEHOVÁ, LOS QUE HA REDIMIDO DEL PODER DEL ENEMIGO”. (Salmo 107: 1,2)
“CANTADLE, CANTADLE SALMOS: HABLAD DE TODAS SUS MARAVILLAS. GLORIAOS EN SU SANTO NOMBRE; ALEGRESE EL CORAZON DE LOS QUE BUSCAN A JEHOVÁ”. (Salmo 105:2,3)
“PORQUE SACIO AL ALMA MENESTEROSA, Y LLENO DE BIEN AL ALMA HAMBRIENTA. LOS QUE MORABAN EN TINIEBLAS Y SOMBRA DE MUERTE, APRISIONADOS EN AFLICCION Y EN HIERROS….LUEGO QUE CLAMARON A JEHOVÁ EN SU ANGUSTIA LIBROLOS DE SUS AFLICCIONES. SACOLOS DE LAS TINIEBLAS Y DE LA SOMBRA DE MUERTE Y ROMPIO SUS PRISIONES. ALABEN LA MISERICORDIA DE JEHOVÁ Y SUS MARAVILLAS PARA CON LOS HIJOS DE LOS HOMBRES”. (Salmo 107:9-15)
¿POR QUE TE ABATES, OH ALMA MIA, Y POR QUE TE TURBAS EN MI? ESPERA A DIOS….(Salmo 42:11)
“DAD GRACIAS EN TODO; PORQUE ESTA ES LA VOLUNTAD DE DIOS PARA CON VOSOTROS EN CRISTO JESÚS”. (1ª. Tesal. 5:18). Este mandato es una seguridad de que aún las cosas que parecen opuestas a nuestro bien redundarán en beneficio nuestro. Dios no nos mandaría que fuéramos agradecidos por lo que nos perjudicara.
“JEHOVÁ ES MI LUZ Y MI SALVACIÓN: ¿DE QUIEN TEMERE? JEHOVÁ ES LA FORTALEZA DE MI VIDA; ¿DE QUIEN HE DE ATEMORIZARME?. (Salmo 27:1)
Uno de los mayores obstáculos para el restablecimiento de los enfermos es la concentración de su atención en si mismos. Muchas veces se solicitan oraciones por los afligidos, los tristes y los desalentados, y ésto es correcto. Debemos orar para que Dios derrame luz en la mente entenebrecida, y consuele el corazón entristecido.
Pero Dios responde a la oración hecha a favor de quienes se colocan en el canal de sus bendiciones. Al par que le rogamos por estos afligidos, debemos animarlos a que hagan algo en auxilio de otros más necesitados que ellos. Al tratar de consolar a los demás con el consuelo que hemos recibido, la bendición refluye sobre nosotros.
El capitulo 58 de Isaías es una receta para las enfermedades del cuerpo y el alma. Si deseamos tener salud y el verdadero gozo de la vida, debemos practicar las reglas dadas en este pasaje. Acerca del servicio que agrada a Dios y acerca de las bendiciones que nos reporta, dice el Señor:
“EL AYUNO QUE YO ESCOGI…..¿NO ES QUE PARTAS TU PAN CON EL HAMBRIENTO Y A LOS POBRES ERRANTES ALBERGUES EN CASA; QUE CUANDO VEAS AL DESNUDO, LO CUBRAS, Y NO TE ESCONDAS DE TU HERMANO? ENTONCES NACERA TU LUZ COMO EL ALBA, Y TU SALVACIÓN SE DEJARA VER PRONTO; E IRA TU JUSTICIA DELANTE DE TI, Y LA GLORIA DE JEHOVÁ SERÁ TU RETAGUARDIA.
ENTONCES INVOCARAS, Y TE OIRA JEHOVÁ; CLAMARAS Y DIRÁ EL: HEME AQUÍ. SI QUITARES DE EN MEDIO DE TI EL YUGO, EL DEDO AMENAZADOR, Y EL HABLAR VANIDAD; Y SI DIERES TU PAN AL HAMBRIENTO, Y SACIARES AL ALMA AFLIGIDA, EN LAS TINIEBLAS NACERA TU LUZ, Y TU OSCURIDAD SERÁ COMO EL MEDIODIA. JEHOVÁ TE PASTOREARA SIEMPRE, Y EN LAS SEQUIAS SACIARA TU ALMA, Y DARÁ VIGOR A TUS HUESOS; Y SERÁS COMO HUERTO DE RIEGO, Y COMO MANANTIAL DE AGUAS, CUYAS AGUAS NUNCA FALTAN”. (Isaías 58:7-11)
Las buenas acciones son una doble bendición, pues aprovechan al que la hace y al que recibe sus beneficios. La conciencia de haber hecho el bien es una de las mejores medicinas para las mentes y los cuerpos enfermos. Cuando el espíritu goza de libertad y dicha por el sentimiento del deber cumplido y por haber proporcionado felicidad a otros, la influencia alegre y reconstituyente que de ello resulta infunde vida nueva al ser entero.
EL AGRADECIMIENTO ES FACTOR DE SALUD
Echemos sobre el compasivo Salvador la carga de nuestra propia flaqueza, tristeza y dolor. Abramos nuestro corazón a su amor, y hagamos que rebose sobre los demás. Recordemos que todos tenemos que arrostrar duras pruebas y resistir rudas tentaciones, y que algo podemos hacer para aliviar estas cargas. Expresemos nuestra gratitud por las bendiciones de que gozamos; demostremos el aprecio que nos merecen las atenciones de que somos objeto.
Conservemos nuestro corazón lleno de las preciosas promesas de Dios, a fin de que podamos extraer de ese tesoro palabras de consuelo y aliento para el prójimo. Propongámonos ser motivo de bendición para los que nos rodean, y veremos como encontraremos modo de ayudar a nuestras familias y también a otros.
Si los que padecen enfermedad se olvidasen de sí mismos en beneficio de otros; si cumplieran el mandamiento del Señor de atender a los más necesitados que ellos, se percatarían de cuanta verdad hay en las promesas del profeta:
“ENTONCES NACERA TU LUZ COMO EL ALBA, Y TU SALUD SE DEJARA VER PRESTO”
Deja una respuesta