LA FUENTE DE CURACION-parte 68-
LA CURA MENTAL-parte 4-
PROMESAS QUE CURAN
“OIDME……LOS QUE SOIS TRAIDOS POR MI DESDE EL VIENTRE, LOS QUE SOIS LLEVADOS DESDE LA MATRIZ. Y HASTA LA VEJEZ YO MISMO, Y HASTA LAS CANAS OS SOPORTARE YO; YO HICE, YO LLEVARE, YO SOPORTARE Y GUARDARE”. (Isaías 46: 3, 4)
Nadie tiende más a fomentar la salud del cuerpo y del alma que un espíritu de agradecimiento y alabanza. Resistir a la melancolía, a los pensamientos y sentimientos de descontento, es un deber tan positivo como el de orar. Si somos destinados para el cielo, ¿cómo podemos portarnos como un sequito de plañideras, gimiendo y lamentándonos a lo largo de todo el camino que conduce a la casa de nuestro Padre?
Los profesos cristianos que están siempre lamentándose y parecen creer que la alegría y felicidad fueran pecado, desconocen la religión verdadera. Los que sólo se complacen en lo melancólico del mundo natural, prefieren mirar las hojas muertas a cortar hermosas flores vivas.
Es una ley de la naturaleza que nuestros sentimientos y pensamientos resultan alentados y fortalecidos al darles expresión. Aunque las palabras expresan los pensamientos, éstos a su vez siguen a las palabras. Si diéramos más expresión a nuestra fe, si nos alegrásemos más de las bendiciones que sabemos que tenemos, la gran misericordia y el gran amor de Dios, tendríamos más fe y gozo.
Ninguna lengua puede expresar, ninguna mente finita puede concebir la bendición resultante de la debida apreciación de la bondad y el amor de Dios. Aún en la tierra puede ser nuestro gozo como una fuente inagotable, alimentada por las corrientes que manan del trono de Dios. Enseñemos a nuestros corazones, y a nuestros labios a alabar a Dios por su incomparable amor. Enseñemos a nuestras almas a tener esperanza, y a vivir en la luz que irradia la cruz del Calvario. Nunca debemos olvidar que somos hijos del Rey celestial, el Señor de los ejércitos. Es nuestro privilegio confiar reposadamente en Dios.
“LA PAZ DE DIOS GOBIERNE EN VUESTROS CORAZONES…Y SED AGRADECIDOS” (Colos.3:15) Olvidando nuestras propias dificultades y molestias alabemos a Dios por la oportunidad de vivir para la gloria de su nombre.
Cuando nos pregunten como nos sentimos, NO pensemos en cosas tristes, nuestra falta de fe, nuestros pesares y padecimientos. Satanás se deleita al oír tales cosas. Cuando hablamos de temas lóbregos, glorificamos al maligno. No debemos espaciarnos en el poder que tiene Satanás para vencernos. Muchas veces nos entregamos en sus manos con sólo referirnos a su poder.
CONVERSEMOS MÁS BIEN DEL GRAN PODER DE DIOS PARA UNIR TODOS NUESTROS INTERESES CON LOS SUYOS. CONTEMOS LO RELATIVO AL INCOMPARABLE PODER DE CRISTO, Y HABLEMOS DE SU GLORIA. EL CIELO ENTERO SE INTERESA POR NUESTRA SALVACIÓN.
LOS ÁNGELES DE DIOS, QUE SON MILLARES DE MILLARES Y MILLONES DE MILLONES, TIENEN LA MISIÓN DE ATENDER A LOS QUE HAN DE SER HEREDEROS DE LA SALVACIÓN. NOS GUARDAN DEL MAL Y REPELEN LAS FUERZAS DE LAS TINIEBLAS QUE PROCURAN DESTRUIRNOS.
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