LA FUENTE DE CURACION-parte 41-
EL CUIDADO DEL CUERPO HUMANO-parte 4-
El color rojo de las frutas se debe al licopeno, un carotenoide de intensa acción antioxidante que neutraliza los ‘radicales libres’. Estas son sustancias dañinas que se encuentran principalmente en el humo y aire contaminado que se respira en las ciudades y en ciertos alimentos (carnes, pescados, aves, leche, queso, alimentos procesados y alimentos fritos). Estos deterioran el ADN –material genético de las células y por ello causan mutaciones –degeneraciones- y cáncer. Por neutralizar los radicales libres, el licopeno evita el cáncer de próstata y mama.
Los vegetales de color anaranjado, amarillo y verde, contienen otros colorantes naturales que también son antioxidantes, antidepresivos, antiinflamatorios y regeneradores; por lo cual proveen protección contra el cáncer y otras enfermedades. Cada nutriente necesario para el cuerpo se encuentra en los vegetales.
Por ejemplo, la colina y el magnesio, son nutrientes que intervienen en la trasmisión de los impulsos nerviosos y en la relajación muscular; lo encontramos en los cereales integrales; en el salvado y el germen de trigo; en la familia de las coles como coliflor, brócoli, repollo, colinabo, etc.; verduras de hojas verdes; frutos secos oleaginosos y leguminosas-más abundante en el frijol de soya. Su deficiencia produce repetidas infecciones y calambres; que se curan comiendo los alimentos que lo contienen.
El acido pantoteico es una de las vitaminas del complejo B, que sirve para que nuestras células blancas (linfocitos) produzcan anticuerpos o defensas para combatir las infecciones y el cáncer. También lo encontramos en todos los cereales integrales, en el salvado (cascarita fina que cubre los cereales), en los frutos secos oleaginosos, aguacate y frijol soya.
El selenio es un mineral que estimula las defensas contra infecciones, brinda protección contra diversos tipos de cáncer, alta presión y contra las enfermedades degenerativas. Su acción benéfica se debe a que es un gran antioxidante que combate la acción dañina de los radicales libres. Junto con muchas otras vitaminas y minerales, el selenio se encuentra en la levadura de cerveza (de la cuál es suficiente una cucharada sopera al día en medio vaso de agua o 4 tabletas dos veces al día); en el germen de trigo, cereales integrales, leguminosas, frutos oleaginosos y en el ajo. (Enciclopedia de los Alimentos)
Aunque ya han pasado seis mil años de la creación, esta alimentación sigue vigente. Los que la siguen, cosechan salud y bienestar, pero los que se resisten, atraen sobre si dolor y sufrimiento.
Recordemos que la célula necesita, glucosa, aminoácidos, ácidos grasos esenciales, vitaminas, minerales enzimas y fibra. Todos ellos están en los 5 grupos de alimentos:
Los cereales integrales, las papas, yuca, camotes y frutas nos dan almidones que el cuerpo los convierte en glucosa como la mejor fuente de energía.
Las leguminosas y los cereales integrales combinados- aunque no sean ingeridos en la misma comida pero sí en el mismo día- nos proveen de los aminoácidos esenciales, los cuales sirven para construir tejidos, hormonas y defensas. Se recomienda consumir diariamente tres porciones de cereales o almidones por una de leguminosa.
Las oleaginosas son fuente de ácidos grasos esenciales como: el acido linolénico, acido linoléico y acido oléico. Ellos le dan a la célula fortaleza y resistencia. Basta sólo un pequeño puño de oleaginosas al día.
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