LA FUENTE DE CURACION-parte 35-
LA ALIMENTACION Y LA SALUD-parte 2-
PREPARACIÓN DEL ALIMENTO
No conviene ingerir frutas y verduras en la misma comida, pues a las personas de digestión débil esta combinación les produce muchas veces desórdenes gástricos e incapacidad para el esfuerzo mental. Es mejor consumir la fruta en una comida y las verduras en otra.
Las comidas se ingieren con mayor gusto y aprovechan mucho más cuando son variadas. No deben prepararse del mismo modo comida tras comida y día tras día. Error grave es comer tan sólo para agradar al paladar; pero la calidad de los comestibles o el modo de prepararlos no es indiferente. Si el alimento no se come con gusto, no nutrirá tan bien al organismo.
La harina blanca no es la mejor, pues carece de los elementos nutritivos que se encuentran en la harina integral, y causa frecuente estreñimiento y otros efectos malsanos. Se suele emplear demasiado azúcar en las comidas. Las tortas, los budines, las jaleas, los dulces son causa de indigestión. Particularmente dañinos son los flanes cuyos ingredientes principales son la leche, los huevos y el azúcar. Debe evitarse el consumo copioso de leche con azúcar.
El alimento escaso y mal cocido vicia la sangre, pues debilita los órganos que la producen. Desarregla el organismo y causa enfermedades acompañadas de nerviosidad y mal humor. Es un deber sagrado para las personas que cocinan aprender a preparar comidas sanas. Las jóvenes piensan que cocinar y hacer otras tareas de la casa es trabajo servil; y por lo tanto, muchas que se casan y deben atender a una familia tienen muy poca idea de los deberes que incumben a una esposa y madre.
La ciencia culinaria no es una ciencia despreciable, sino una de las más importantes de la vida práctica. Es una ciencia que toda mujer debería aprender. Preparar platos apetitosos, al par que sencillos y nutritivos, requiere habilidad; pero pueden lograrse. Toda mujer que está a la cabeza de una familia pero no entiende el arte de la sana cocina, debería decidirse a aprender algo de tanta importancia para el bienestar de los suyos.
La regularidad en las comidas es de vital importancia. Debe haber una hora señalada para cada comida, y entonces cada cuál debe comer lo que su organismo requiere, y no ingerir más alimento hasta la comida siguiente. Son muchos los que comen a intervalos desiguales y entre comidas, cuando el organismo no necesita comida, porque no tienen suficiente fuerza de voluntad para resistir a sus inclinaciones.
Los hay que cuando se van de viaje se pasan el tiempo comiendo bocaditos de cuanto comestible le cae a mano. Esto es muy perjudicial. Si comiesen con regularidad y sólo alimentos sencillos y nutritivos, no se sentirían tan cansados, ni padecerían tantas enfermedades. Otro hábito pernicioso es el de comer inmediatamente antes de irse a la cama. Pueden haberse tomado ya las comidas de costumbre; pero por experimentar una sensación de debilidad, se vuelve a comer. Cediendo así al apetito se establece un hábito tan arraigado, que muchas veces se considera imposible dormir sin comer algo.
Como resultado de estas cenas tardías la digestión prosigue durante el sueño; y aunque el estómago trabaja constantemente no lo hace en buenas condiciones. Las pesadillas suelen entonces perturbar el sueño, y por la mañana se despierta uno sin haber descansado, y con pocas ganas de desayunar. Cuando nos entregamos al descanso, el estómago debe haber concluido ya su tarea, para que él también pueda descansar, como los demás órganos del cuerpo. A las personas de hábitos sedentarios le resultan perjudiciales las cenas tardías, y el desarreglo que les ocasionan es muchas veces el principio de alguna enfermedad.
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